Se dejan de publicar los datos del Boletín de Coyuntura Económica Nacional del Ministerio de Economía.
Los viejos periodistas que van al frente suelen decir que la primera víctima de una guerra es la verdad. En el caso de la maldita pandemia y a afectos económicos, se podría decir que la primera víctima ha sido la información. Y esto es así porque en plena demanda de datos sobre la marcha de la economía, el ministerio del ramo que se decía antes, ha decidido no publicar su tradicional Boletín de Coyuntura Económica Nacional. Un documento que históricamente ha reflejado con asepsia —lo elaboran los técnicos del Ministerio de Economía— los datos estadísticos que salen día a día y que afectan a la producción industrial, tasa de desempleo, el consumo de las familias o el déficit público. Es decir, temas cruciales en la España de hoy.
Pues bien, desde el pasado 13 de marzo, un día antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma, el celebrado boletín no sale al público. Apagón total. Lo curioso es que se trata de un documento que conoce bien la ministra Calviño, que durante muchos años trabajó en la antigua Dirección General de Previsión y Coyuntura en los tiempos en que la dirigía Ángel Laborda. Ya se sabe, en casa del herrero cuchillo de palo.