“La violencia del desplome ha sobrepasado cualquier pensamiento imaginable por la mayoría de economistas”, señala IHS Markit.
El impacto de la Gran Reclusión provocada por la pandemia de Covid-19 ha supuesto un colapso sin precedentes de la actividad de la zona euro durante el mes de abril, según refleja el dato preliminar del índice PMI compuesto, que ha bajado a un mínimo histórico de 13,5 puntos, frente a los 29,7 del mes anterior, lo que sugiere un ritmo de caída del PIB trimestral del 7,5%, según IHS Markit.
La lectura preliminar de este indicador adelantado para el sector servicios señala en abril un desplome récord hasta el mínimo histórico de 11,7 puntos, frente a los 26,4 del mes anterior, mientras que en el sector manufacturero se ha situado en 33,6 desde los 44,5 puntos de marzo, su nivel más bajo en más de 11 años.
El análisis por países revela que la escala sin precedentes del desplome fue generalizada, debido a que los índices compuestos de actividad total del índice preliminar PMI alcanzaron sus mínimas históricas de 17,1 y 11,2 respectivamente en Alemania y Francia, mientras que, en el resto de la región, el índice PMI compuesto cayó de 25 a 11,5 enteros.
“Abril registró un daño sin precedentes a la economía de la zona euro entre las medidas de confinamiento contra el virus y el desplome de la demanda global”, indicó Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, para quien la extensión del colapso de la actividad en la eurozona “supera con creces cualquier otra cosa vista en los más de 20 años de recopilación de datos”.
“La violencia del desplome ha sobrepasado cualquier pensamiento imaginable por la mayoría de economistas, con una caída del índice muy por debajo del consenso de estimaciones”, añadió.
Los efectos son catastróficos
La fuerte caída de la actividad ha provocado en abril la reducción de plantillas al ritmo más intenso registrado en la historia del estudio. El empleo en el sector servicios se redujo al ritmo más marcado de la historia, mientras que la caída del nivel de contratación del sector manufacturero fue la más intensa desde abril de 2009.
“Nuestro modelo que compara el índice PMI con el PIB sugiere que la encuesta de abril indica una contracción trimestral de la economía de la zona euro del orden del 7,5%”, apuntó Williamson, advirtiendo de que a consecuencia de que grandes áreas económicas probablemente deberán permanecer confinadas para contener el contagio en las próximas semanas, “es de esperar que en el segundo trimestre se registre la desaceleración más feroz que la región haya sufrido en los últimos años”.
En este sentido, el experto señaló que las esperanzas se centran en que las medidas de contención se puedan ir levantando progresivamente para ayudar a atenuar el parón que las empresas han registrado en abril, aunque asume que los progresos serán lentos para evitar una segunda oleada de infecciones.
Asimismo, advirtió de que “ante una caída tan prolongada de la demanda, el recorte de empleo podría intensificarse respecto del ritmo récord actual y podrían surgir nuevos temores con relación al coste económico de la contención del virus.”