La fábula de la cigarra y la hormiga nos explica los sencillos motivos por los que Alemania está mejor preparada para afrontar esta crisis. No tenemos los mismos recursos.
El impacto de la pandemia en Alemania está siendo mucho más leve que en España o en Italia. Sin embargo, las medidas económicas aprobadas son mucho más contundentes en Alemania. Es decir, han sufrido un menor parón de la actividad y están inyectando un impulso económico superior. La recuperación no puede ser parecida.
La fábula de la cigarra y la hormiga nos explica en lenguaje de niños los sencillos motivos por los que Alemania está mejor preparada para afrontar esta crisis. No tenemos los mismos recursos, capacidad de endeudamiento, para hacer frente a la crisis actual.
El problema no es que España deba realizar un mayor ajuste fiscal en el futuro. Cada país debe hacer frente a su endeudamiento, por eso el contribuyente alemán no puede ser quien pague el exceso de gasto público español. Lo realmente grave es que las diferentes medidas económicas adoptadas en la eurozona están destrozando el mercado único, impidiendo que las empresas españolas o italianas puedan competir en igualdad de condiciones con las alemanas.
Actualmente las posibilidades de sobrevivir de las empresas dependen de los avales públicos. Alemania garantiza el 100% a las pymes y España el 80%. La diferencia no está solamente en el porcentaje o en el importe máximo garantizado, el aval de Alemania vale más que el de España. En consecuencia, los bancos alemanes están prestando más dinero a menor coste y la liquidez está llegando a muchísimas más empresas.
Es decir, muchas empresas que aquí tendrán que echar el cierre, en Alemania habrían sobrevivido, y muchas otras que aquí tienen que reducir su tamaño (despedir o contratar menos) allí podrían seguir creciendo. Pero la espiral no acaba ahí. Los bancos españoles se enfrentarán a una ola de impagos muy superior a la de los alemanes, y se debilitará todavía más la capacidad de sistema financiero para prestar al tejido productivo español.
Una empresa de Vigo no tiene mejores condiciones de financiación que una de Alicante, a pesar de que Galicia tiene una deuda inferior a la mitad de la de la Comunidad Valenciana como porcentaje de su PIB. Sin embargo, el acceso al crédito de una compañía con sede en Sevilla es mucho peor que la de otra con sede en Frankfurt. Esto no tendría que ser así, una cosa son las cuentas públicas y otra bien diferente, las circunstancias en las que dos empresas compiten en el mismo mercado.
Si queremos que haya un mercado único, las condiciones deben ser iguales para todos. No puede ser que cada país aplique unas ayudas de Estado diferentes. Debería ser un organismo de la eurozona quien avalase los créditos a todas las empresas de la unión monetaria en los mismos términos.