El índice PMI se desploma hasta los 7,1 puntos desde los 23 en febrero y los 52,1 de marzo. Se trata de una caída del 86% desde los niveles de primeros de año.
El estricto confinamiento en España y la paralización de toda actividad no esencial a principios de abril para contener la propagación del coronavirus han provocado una caída sin precedente histórico de la actividad del sector servicios, según refleja el índice PMI.
Si el dato de marzo ya fue demoledor, el de abril es todavía mucho peor. El Índice de la actividad de los servicios, que representan alrededor de la mitad de la producción económica de España, se hundió a un mínimo histórico de 7,1 en abril, por debajo de los 23 de marzo y los 52,1 de febrero, según IHS Markit.
Esta caída se tradujo en un ritmo récord de destrucción de empleo, a pesar de que algunas empresas optaron por acogerse a despidos temporales por fuerza mayor. De este modo, la caída neta de los niveles de personal en el sector servicios en abril fue la más fuerte en más de veinte años de recopilación de datos y superó todo lo observado durante el pico de la crisis financiera mundial.
En el caso del sector manufacturero, la encuesta PMI constató en abril la caída más acusada de la actividad desde diciembre de 2008, con un descenso del índice sectorial hasta los 30,8 puntos, frente a los 45,7 del mes anterior.
Así, el índice compuesto de gerentes de compras (PMI) se situó en un nuevo mínimo histórico de 9,2 puntos, frente a los 26,7 del mes anterior, lo que apunta a una contracción trimestral del PIB de al menos el 7%, según IHS Markit.
“Estimamos que la economía se está contrayendo actualmente como mínimo a una tasa trimestral del 7%”, ha indicado Paul Smith, economista de IHS Markit, quien ha advertido de que, a pesar de que esta cifra es bastante impactante, “bien podría ser conservadora”.
“De hecho, basándonos solo en los datos de marzo y abril, la pandemia ya está cerca de superar el efecto neto en el PIB observado durante la crisis financiera mundial y los años que le siguieron”, ha añadido el experto, quien, sin embargo, ha señalado que esta vez es algo diferente, ya que la recuperación, en teoría, será mucho más rápida.
No obstante, ha indicado, la pérdida de empleo y el gran pesimismo imperante entre las empresas con respecto al futuro conducen a una preocupación notable sobre la posible intensidad de la reactivación.
El colapso de la actividad de las empresas españolas en el mes de abril como consecuencia de las medidas de contención de la pandemia de Covid-19 implementadas se reflejó en el desplome de la demanda y de los nuevos pedidos, así como de las cargas de trabajo.
En este sentido, la confianza empresarial entre las empresas españolas cayó a su nivel más bajo en la historia de la serie, ya que estas se mostraron preocupadas por los impactos a largo plazo de la pandemia de la Covid-19 en la actividad económica y en la demanda, lo que se trasladó al empleo, que registró la mayor destrucción de puestos de trabajo en más de 20 años de recopilación de datos.
La cuarta economía más grande de la zona euro ha estado bajo una de las los cierres más estrictos del mundo desde el 14 de marzo para limitar la propagación del virus. Las autoridades han comenzado a suavizar las restricciones, incluyendo la reapertura algunos negocios como peluquerías y ferreterías.
Zona euro
La pandemia de Covid-19 y las medidas de confinamiento implementadas en los distintos países de la zona euro provocaron una paralización de la actividad comercial en la zona euro. El Índice Compuesto de Gerentes de Compras (PMI) final de IHS Markit para la zona del euro, considerada como un buen indicador de la salud económica, se desplomó a 13,6 en abril desde el ya grave 29,7 de marzo, su lectura más baja desde que comenzó la encuesta en 1998.
El desplome también fue histórico en la la actividad de las fábricas de la región, que se situó en 33,4 puntos, frente a los 44,5 del mes anterior, registrando así su peor lectura de toda la serie histórica, que se remonta a 1997.
Entre los países analizados en la encuesta manufacturera realizada por IHS Markit, los índices de actividad más bajos se registraron en Grecia (29,5) España (30,8) e Italia (31,1), mientras que Países Bajos (41,3) obtuvo el mejor resultado, aunque incluso así su ritmo de contracción fue el más fuerte en los últimos once años. Asimismo, Austria y Francia registraron mínimos históricos, mientras que en Alemania el dato retrocedió a mínimos de 133 meses.