El Banco de España estima que alrededor del 20 % del total del empleo está amenazado por la situación. Los jóvenes serán los más perjudicados.
Los efectos económicos que va a dejar la pandemia del coronavirus serán debastadores en el mercado de trabajo. El Banco de España ha estimado la cifra en su último informe: alrededor del 20 % del total del empleo está amenazado en la nueva normalidad, lo que corresponde con la pérdida potencial de 3,75 millones de empleos. Según los expertos que han elaborado el informe, habrá zonas más perjudicadas que otras y los efectos también serán dispares entre sectores y perfiles de empleo.
El informe del organismo supervisor, además, propone al Gobierno medidas para reciclar a los trabajadores que perderán su empleo. Los expertos ven necesario “reforzar el servicio público de empleo” o favorecer la búsqueda activa de empleo con una “orientación individualizada”. Si estas medidas no son posible, al menos se debe “avanzar en técnicas de perfilados de desempleados y vacantes, y favorecer la asistencia en la búsqueda activa y, en caso de ser necesario, en la formación especializada”.
Sectores más afectados
Las ramas más afectadas por la crisis están vinculadas con la hostelería y el turismo dada la limitada intensidad de uso de tareas relacionadas con las TIC, la escritura, la lectura y las habilidades numéricas, apunta el informe. En concreto, el transporte interurbano o marítimo y los hoteles y alojamientos se enfrentan a una difícil situación. Así como los restaurantes y los establecimientos de comida y de bebida.
Dentro del ocio, también habrá actividades que saldrán perjudicadas como aquellas relacionadas con bibliotecas, archivos y museos, y las actividades deportivas. Aunque el organismo apunta que “las ramas relacionadas con actividades de ocio o recreacionales y el transporte de mercancías podrían tener más oportunidades de encontrar un empleo en otras áreas”.
Perfiles de empleados
Del informe también se extraen los perfiles de trabajadores que se verán más afectados. Como en crisis anteriores, los perjudicados serán aquellos que tienen contrato temporal; los jóvenes y las mujeres. La antigüedad también será un factor fundamental: alrededor del 22 % de la fuerza laboral en España lleva en el trabajo menos de seis meses, lo que puede suponer que no tengan contrato indefinido y la difícil situación puede implicar que no haya renovación al finalizar el despido.