Desplome histórico de la actividad en el primer mes de confinamiento.
Los ingresos empresariales registraron el pasado mes de marzo un desplome histórico del 19,3% sobre febrero, un descenso sin precedentes en la serie de este indicador elaborado por el INE. El hundimiento de la actividad se produjo, además, en un mes en el que el confinamiento de la población y la suspensión de las actividades fue solo parcial. Hasta el 14 de marzo no se decretó el estado de alarma.
El INE ha constatado el colapso en todos los sectores empresariales excepto en los servicios a los hogares. Los servicios no financieros de mercado caen un 23,0%, el comercio el 20,9% y la industria el 17%. El suministro de energía eléctrica y agua, saneamiento y gestión de residuos registra la menor bajada, un 2,4%.
El hundimiento de la actividad en marzo ha levado a tasas sólidamente negativas los datos del conjunto de 2020. En lo que va de año la facturación empresarial baja un 5,2% de media, con caída del 4,6% en el comercio, del 5,7% en los servicios y del 5,4% en la industria. Los suministros de energía y agua bajan más, un 9,8%. Descensos similares al desplome del 5,2% en el PIB del primer trimestre estimado, en un primer cálculo, por el INE.
El INE ha explicado que, a pesar del confinamiento, la calidad del indicador es comparable a la de cualquier otro mes. “A pesar de que la recogida de información se ha desarrollado cuando algunos establecimientos estaban cerrados, la tasa de respuesta se ha situado por encima del 80%”. En otros indicadores, como el IPC, los datos deben ser tomados con cautela al no reflejar las forzosas alteraciones en los patrones de consumo derivados del confinamiento. En este caso, al tratarse de un indicador empresarial, el dato recoge el colapso en la facturación de la inmensa mayoría de sectores.