En 42 años de democracia los españoles hemos pasado por 13 leyes de Educación distintas, para que las editoriales puedan vender sus libros de texto. La décimo cuarta que derrogará la LOMCE de 2013 no está tampoco exenta de polémica.
Propuesta. El Ministerio de Educación acaba de introducir un cambio en texto de la LOMLOE que ha despertado cierta polémica. La nueva ley de educación que prepara Isabel Celaá junto a su equipo técnico valora desvincular de la obligatoriedad las matemáticas en algunas ramas de Bachillerato. Mientras la ley Wert de 2013 las establecía como obligatorias en el itinerario de Ciencias Sociales y el Científico-Tecnológico, la nueva ley abre la posibilidad de que en algunos puntos del Bachillerato dejen de ser una obligación.
Detractores. Una veintena de sociedades han manifestado su rechazo a la propuesta y desde la Real Sociedad Matemática Española apuntan que “la optatividad de la asignatura en Bachillerato aumentará el abandono universitario y hará más ineficiente el sistema”. También afirman haber escrito a todos los grupo parlamentarios para que apoyen esta petición en las enmiendas de esta nueva ley.
Aun así, desde la secretaría de Educación aclaran que no se modificará la estructura de las modalidades de Bachillerato sin hablar previamente con las autonomías.
Ley 2006. Este fue el último marco legislativo en materia de Educación que aprobó el PSOE y que posteriormente fue eliminado por el gobierno de Mariano Rajoy. En él, Educación dejaba a elección de autonomías e institutos los itinerarios de los Bachilleratos. La ley planteaba una serie de asignaturas troncales para el primer y el segundo curso y las comunidades autónomas eran las encargadas de definir qué asignaturas las constituirían.
De este modo, en términos generales, el Bachillerato de Ciencias Sociales contaba con matemáticas aplicadas a este área en primero y segundo. Sin embargo, en la rama científica, comunidades como Asturias mantenían su obligatoriedad para el segundo curso del científico-técnico, pero no para el de Ciencias de la salud. Por su parte, la Junta de Andalucía obligaba que a todos los alumnos del científico tecnológico cursaran matemáticas de forma obligatoria y dándoles a elegir entre estudiar de forma también obligatoria física, química o biología.
“Menos matemáticas repetitivas”. Esta es una de las propuestas por las que aboga Santi García Cremades, matemático y profesor de la Universidad Miguel Hernández de Elche, durante una conversación con Magnet. A su juicio, que las matemáticas puedan no ser obligatorias “es un atraso desde el punto de vista científico”. Aun así es crítico y considera que “quizás habría que replantearse qué matemáticas se priorizan en el sistema educativo”.
García Cremades apunta a que las matemáticas que se están enseñando se centran sobre todo en las matemáticas técnicas o conocidas como “repetitivas”: “El 80% de las matemáticas que se dan giran en torno al análisis matemático, lo que posteriormente se conoce como método de cálculo y, claro, si no haces una ingeniería o una carrera muy técnica no usas esas matemáticas. Sin embargo, la estadística sí es un área imprescindible para muchas áreas profesionales”, señala.
PISA. Los resultados del último Programa para la Evaluación Integral de Alumnos ilustró que los estudiantes españoles se encuentran por debajo de la media de la OCDE. Para ser más exactos, en la prueba de matemáticas, obtuvieron 481 puntos, cinco menos que en el informe de 2015.
No obstante, conviene matizar que la mala posición en este informe sólo refleja que el nivel de matemáticas en los estudiantes de entre 15 y 16 años está por debajo de la media internacional, algo que no se soluciona imponiendo o no las matemáticas en el Bachillerato. Se trata de problemas educativos distintos.