El Gobierno aprobará esta semana la renta mínima, que puede llegar a 850.000 familias con 3.000 millones de euros de coste.
El Consejo de Ministros aprobará previsiblemente el viernes, en un Consejo de Ministros extraordinario, la norma para conceder un Ingreso Mínimo Vital a unas 850.000 familias que considera que no disponen de ingresos suficientes para la supervivencia, y que agrupan a 2,3 millones de personas. La Seguridad Social estima que podrá abonar de oficio, sin que la soliciten, la ayuda a cien mil hogares por estar identificados y monitorizados por los datos fiscales. Los primeros abonos se realizarán ya en el mes de junio.
La puesta en marcha de esta nueva prestación de la Seguridad Social, que tendrá un carácter subjetivo como todas las prestaciones públicas y que por tanto se percibe mientras se reúnan las condiciones establecidas, fue anunciada el pasado sábado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Tendrá un coste de algo más de 3.000 millones de euros, y una cuantía por hogar variable, en función de las circunstancias personales, pero que oscilará entre los 461 euros y algo más de 1.000. Será, además, compatible con el pago de prestaciones de similar naturaleza establecidas en las comunidades autónomas.
La Seguridad Social confirma que la franja baja de la horquilla de la prestación será similar a la pensión no contributiva del sistema público de pensiones, que es de 395,6 euros por catorce pagas; dado que el Ingreso Mínimo Vital se abonará en doce mensualidades, tendrá una cuantía mensual de 461 euros como mínimo. La cuantía máxima no podrá rebasar el salario mínimo interprofesional (950 euros por catorce), que expresado en doce pagas es de 1.108 euros al mes. En todo caso, la cuantía máxima, que no está aún fijada de forma definitiva, podría ser de 1.015 euros, según informa El País.
Cualquier hogar que tenga ingresos inferiores a la cantidad de 461 euros mensuales podrá tener derecho a la prestación, que complementará los ingresos, si los tuviere, hasta la cantidad mínima fijada, o a la que corresponda al hogar en función de sus características (número de hijos, carácter monoparental, etc.). Para solicitarlo los perceptores potenciales deben tener entre 18 años y 65, o 21 si se trata de hogares de un solo miembro y sin ingresos.
La pobreza extrema
El 20% más pobre de la sociedad aglutina a unos 600.000 hogares, según estimaciones adelantadas ayer por el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, en declaraciones a El Periódico de Catalunya. “Pensamos que con el Ingreso Mínimo Vital sacamos fuera de la pobreza extrema al 75% de esos hogares y los llevamos a niveles que, en algunos casos, seguirán siendo de pobreza, pero ya no tan aguda”, ha agregado.
En el caso de los hogares monoparentales (el 80% de ellos están encabezados por mujeres) habrá un complemento de cien euros, así como una cantidad similar por cada hijo en el hogar, con el tope que se fije. La implantación de esta prestación, ha indicado el ministro Escrivá, obligará a su vez a las autonomías “a redefinir sus prestaciones, teniendo en cuenta que a partir de ahora habrá un mínimo estatal garantizado”.
El Gobierno, en la búsqueda de la implicación del sector privado, creará también el llamado “sello social”, dirigido a empresas que ayuden a encontrar empleo a los perceptores del IMV, que esta es una de las condiciones básicas para acceder a la prestación: estar en búsqueda activa de una ocupación o en itinerarios formativos.
Los hogares no deberán superar determinados umbrales de patrimonio financiero e inmobiliario, que en principio se establecerá en seis veces el propio Ingreso Mínimo Vital anual: unos 33.200 euros; será inferior al que exige el País Vasco ahora, que es de 35.800 euros.
Los modelos de rentas mínimas en Europa
Cuantías. En Europa hay varios tipos de ayudas que van desde los 780 euros mensuales de Italia, destinada a residentes en búsqueda activa de empleo, hasta los 300 euros que Portugal da a los adultos con un hijo a su cargo.
Portugal. En Portugal, la ayuda puede llegar a los 300 euros para los que tienen un hijo a cargo y dura 12 meses aunque puede extenderse. Eso sí, se exige que el beneficiario se encuentre en búsqueda activa de empleo siempre.
Francia. También pueden optar a ella los que tengan ingresos bajos a pesar de estar trabajando. Tienen que ser mayores de 25 años y como poco reciben 550 euros, una cifra que va aumentando en función de los hijos que tengan a cargo.
Italia. La prestación puede llegar hasta los 780 euros. Entre los requisitos para optar a ella, se exige tener la nacionalidad o haber residido 10 años en el país y, además, quien la reciba, no podrá dejar de buscar trabajo.
Finlandia. El Gobierno finés escogió al azar a 2.000 desempleados y durante dos años les ingresó 560 euros mensuales sin ningún tipo de condición. El experimento no terminó con los resultados esperados