El Gobierno aprueba dos nuevas líneas de crédito por 30.500 millones. El destino: prestaciones por desempleo y exenciones de cuotas. El déficit de la Seguridad Social escalará hasta el 5% del PIB.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un Real Decreto-ley de medidas urgentes en el ámbito económico en el que se incluyen dos créditos, por un importe global de 30.502 millones de euros, para afrontar la pérdida de ingresos de la Seguridad Social por los mayores gastos en prestaciones, las exenciones de cuotas y menores cotizaciones, así como para hacer frente al pago del mayor número de prestaciones por desempleo derivadas de la crisis sanitaria.
En concreto, según ha detallado la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, se ha incluido en este decreto un crédito extraordinario del Estado a la Seguridad Social por importe de 14.002 millones de euros para mantener el equilibrio presupuestario ante los menores ingresos del sistema por las medidas de protección adoptadas (prestación extraordinaria para autónomos, exoneración de cotizaciones en los ERTEs, entre otras).
Asimismo, se ha aprobado otro crédito, por un máximo de 16.500 millones de euros sin intereses, para afrontar el pago del mayor número de prestaciones por desempleo que ha causado la pandemia. Este tramo del préstamo podría no consumirse en sus totalidad en función de la evolución de la recaudación por cotizaciones si bien es cierto que la previsiones son poco halagüeñas en términos de ingresos para la Seguridad Social.
“Es evidente que los ingresos del sistema se van a ver reducidos respecto a lo previsto (…) Estos créditos reflejan el compromiso del Gobierno con el sistema de la Seguridad Social”, ha destacado Montero.
Tres créditos en un año
Con estos datos encima de la mesa ya se puede confirmar que el paso de la pandemia ha sido demoledor para el sistema de pensiones de nuestro país, que este año triplicará su déficit como consecuencia de estas necesidades de financiación extraordinarias. De hecho, hace un mes, elEconomista avanzó que la Seguridad Social precisaría de un segundo préstamo en este ejercicio para poder abordar las ayudas por el COVID-19 y el pago de las pensiones, especialmente de las pagas extraordinarias de junio y noviembre. Entonces, se especulaba con una cuantía que ha terminado por ser el doble de lo previsto a tenor de las necesidades principalmente asociadas al pago de los ERTE. Hay que recordar que solo en los meses de junio y noviembre, la Seguridad Social abona conjuntamente la nómina ordinaria y extraordinaria de las pensiones, un desembolso de en torno a 20.000 millones de euros y que puede generar tensiones de liquidez al Sistema.
En suma, la Seguridad Social habrá dispuesto a finales de 2020 de hasta tres créditos del Estado procedentes del Presupuesto General. Cabe recordar que el primero de ellos, el liberado en abril por valor de 13.800 millones de euros, ya se encontraba recogido en las Cuentas aprobadas en 2018 por Cristóbal Montoro y que aún permanecen prorrogadas, y por lo tanto no computa como incremento de la deuda. Estos dos préstamos de 14.002 millones y 16.000 millones ya no aparecen en el cuadro presupuestario por lo que impactarán directamente en un repunte del déficit público y un incremento de la deuda. En suma, tres crédito en un solo año por valor de casi 45.000 millones de euros para afrontar los gastos de la Seguridad Social, que es el triple de la financiación extra que necesitó el pasado año.
Pero sobre todo dañaran la imagen ya maltrecha de la Tesorería de la Seguridad Social, que si bien en previsiones de AIReF sitúan el déficit de este año en el triple del pasado 2019 (alcanzando los 60.000 millones de euros y un 5% del PIB), además acumulará una deuda desorbitada con el Estado. Tal y como avanzó este medio, el devengo de la Seguridad Social con la Administración central ya alcanzó los 68.850 millones de euros tras el consumo de la primera línea de crédito, ahora las previsiones sobre este saldo se desbordan con la noticia anunciada este martes por el Consejo de Ministros: la deuda del Sistema se situará en los 99.000 millones de euros.
Con la noticia conocida este martes, más allá, se cumple con el avance realizado por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá sobre la petición de financiación extra para afrontar las cargas de este año, solo la nómina de pensiones alcanza un 10,7% del PIB anual (135.000 millones de euros), mientras que el gasto repercutido por el Sistema en ayudas por el COVID alcanza los 30.000 millones de euros. Recordó el ministro en esta rueda de prensa, lo cual también viene a colación de las dos nuevas inyecciones de capital al organismo encargado de pagar las pensiones en nuestro país que al final de cuentas se trata de un pasivo que en términos de contabilidad nacional computa como agregado en déficit público y en deuda pública. Aún con todo ello, el ministro lleva semanas reiterando que el Gobierno no realizará recortes en pensiones y garantiza la revalorización con el IPC para el próximo ejercicio pese a la raquítica situación financiera que tendrá la Seguridad Social una vez supere el golpe de la pandemia.
El Gobierno ha señalado que también se incluyen dos suplementos de crédito motivados por la doble prórroga presupuestaria de 99 y 272 millones de euros para completar prestaciones no contributivas y la prestación por hijo a cargo, respectivamente. Desde el ministerio de Seguridad Social apuntan que en cualquier caso y como en los últimos años, “la concesión del préstamo realizada asegura el pago puntual de las pensiones y permite a la Seguridad Social planificar con suficiente antelación la disposición de recursos necesarios para hacer frente a estos desembolsos extraordinarios”, en línea con lo argumentado por el propio Escrivá.