Casi una cuarta parte de los afiliados al régimen general están sujetos a regulación de empleo.
La oleada de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que ha acompañado el estado de alarma y la orden de confinamiento ha provocado que casi una cuarta parte de los afiliados al Régimen General de la Seguridad Social esté sujeto a un ajuste de empleo y jornada. Según los datos hechos públicos hoy, un total de 3,39 millones de personas estaban, a cierre de abril, en un proceso de ERTE. El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez-Rey, ha calificado el uso de estos ajustes de empleo como un “tapón eficaz” contra la sangría del empleo generada por la pandemia.
La imensa mayoría de los afectados por ERTE están sujetos al régimen de fuerza mayor activado por el Ejecutivo para paliar el impacto del coronavirus sobre la economía y los ingresos de los trabajadores. 3,07 del total de 3,39 millones de afectados por ERTE están amparados por esta figura, que garantiza que todos los trabajadores afectados pueden acceder a las prestaciones de desempleo aunque no reúnan los requisitos y sin que se les descuente de su bolsa de paro. Además, se mantienen las cotizaciones a la Seguridad Social, que durante este periodo corren a cargo del Estado.
Los ERTE han sido particularmente intensivos en los sectores de comercio y hostelería: En servicios de comidas y bebidas hay 726.137 personas acogidas a regulaciones temporales de empleo, y en el comercio al por menor, 448.243. Las siguentes actividades con más afectados por EETE son comercio al por mayor (210.959) y servicios de alojamiento (206.379). Estos sectores se han visto directamente afectados por la orden de confiamiento, que forzó el cierre por completo de la hostelería y del comercio no considerado esencial (alimentos, productos farmacéuticos, papelería, estancos o equipos tecnológicos).
Los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) de fuerza mayor prevén la suspensión de empleo o la reducción de la jornada durante un tiempo en el que se mantienen las cotizaciones a la Seguridad Social, que en su parte empresarial asume el Estado y la parte del trabajador se descuenta de su prestación. Además, se garantiza que todos los trabajadores afectados pueden acceder a las prestaciones de desempleo aunque no reúnan los requisitos y sin que se les descuente de su bolsa de paro.
De este modo, la oleada de ERTEs ha disparado la el número de perceptores y, por lo tanto, la factura de las prestaciones por desempleo. A cierre de abril había un máximo histórico de 5,2 millones de personas que cobran la prestación de paro. A cierre del mes de marzo eran apenas 2,1 millones. Pérez-Rey ha dicho que se trata del mayor número de trabajadores protegidos de la historia del Servicio Público de Empleo (antiguo Inem), lo que ha convertido a las prestaciones por desempleo en “la auténtica trinchera social contra el virus”.
El coste del pago de prestaciones por desempleo, así, ha crecido hasta los 4.500 millones de euros, frente a los 1.800 millones de finales de marzo, cuando aún no se habían tramitado los ERTE ligados al estado de alarma. A este aumento del coste de 1.700 millones, un 164% más, se debe sumar el impacto para el erario público del pago de cotizaciones para los tres millones de trabajadores acogidos a ERTEs por fuerza mayor, en torno a los 2.000 millones de euros.
Pérez-Rey ha anunciado también que son “muy pocos” los trabajadores afectados por ERTE que aún no han cobrado la prestación por desempleo. Pero el número dos de Trabajo ha anunciado que su departamento habilitará un procedimiento para reconocer estas prestaciones durante esta misma semana y que su departamento ultima un acuerdo con la Cofederación Española de Cajas de Ahorros para que estas ayudas se abonen antes del 10 de mayo. Además, confió en que el resto de entidades se sumen a este acuerdo, similar al que ya existe desde hace semanas, para poder abonar las prestaciones por desempleo con mayor celeridad.
Junto a este anuncio, Pérez-Rey también confirmó que el SEPE irá examinando todas las prestaciones de trabajadores de ERTE para reconocer de oficio los hijos para el cálculo de estas ayudas y regularizando los pagos en aquellas ayudas que no los han tenido en cuenta hasta ahora.