Asume que la recuperación económica arrancará en 2021, con un alza del 7% que permitirá regrear al PIB precrisis en 2023, pero que se desacelerará al 1,5% en un lustro.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció ayer que la debacle económica global que dejará el coronavirus este año será histórica, pero menos intensa de lo que temía en junio, al publicar una mejora de sus previsiones globales de la que, sin embargo, deja fuera a España. El país aparece retratado como la economía desarrollada más afectada por la pandemia, con un retroceso del PIB del que no se recuperará hasta 2023, un alza del desempleo que no logrará reconducir hasta después de 2025 y un desbarajuste de las cuentas públicas para el que no se atisba la vuelta al ya desequilibrado punto de partida.
Así, el FMI rebaja del 5,2% al 4,4% la caída prevista del PIB mundial en 2020, y relaja del 5,4% al 5,2% el rebote estimado para 2021. En el caso de España, sin embargo, mantiene una estimación de retroceso de la economía del 12,8% en 2020 cuando la demanda nacional caerá un 12%; el consumo privado, un 14,8%; y la inflación, un 0,3%. Y, aunque mejora en nueve décimas el tono del rebote del PIB en 2021, hasta el 7,2%, asume que el tamaño de la economía no retomará los niveles de 2019 hasta 2023 y que el crecimiento se irá desacelerando hasta el 1,5% en 2025, medio punto por debajo del ritmo de avance del año pasado.
Es más, en el caso del mercado laboral, los analistas del Fondo asumen que la tasa de paro, que saltará del 14,1% al 16,8% este año y se mantendrá en ese nivel en 2021, no recuperará los umbrales anteriores a la pandemia en un lustro, pues seguirá en el 14,2% en 2025.
Más allá, las bases de datos del FMI recogían ya ayer los datos fiscales del país que serán publicados hoy, avanzando que la pandemia disparará el gasto público del 41,9% al 52,7% del PIB en 2020, mientras que los ingresos se rebajarán del 39,1% al 38,6%, lo que arrojará un déficit público superior al 14% este año, frente al 2,83% de cierre de 2019. Unos 153.780 millones de agujero fiscal (118.585 más que el año anterior) que dispararán la deuda pública al 123% del PIB.
A partir de aquí, la expectativa es que el déficit se rebaje al 7,5% el próximo año y que la deuda lo haga al 121,3%. Se espera luego una senda descendente que, no obstante, mantendrá el déficit por encima del 4,4% y la deuda en el 118% del PIB a finales de 2025.
Las cifras son algo más graves que las estimadas por el Gobierno español en su reciente actualización del cuadro macroeconómico, que apunta a una caída del PIB del 11,2% este año, cuando el déficit se situaría en el 11,3% y la deuda en el 118%. A partir el ahí, el Ejecutivo espera que la economía avance un 7,2% el próximo año (un 9,8% de ejecutarse plenamente el Plan de Recuperación ideado para aprovechar las subvenciones europeas), el déficit caiga al 7,7%, y que el paro se sitúe en torno al 17% ambos ejercicios.
Pero la verdadera gravedad de las cifras publicadas por el FMI radica en la comparativa con el resto de grandes economías internacionales, siendo la única que no presenta una mejoría respecto a las previsiones de junio. Por aquel entonces, el Fondo elevó la caída estimada para España del 8% apuntado en primavera al 12,8%, una vez constatados los efectos del largo y duro confinamiento aprobado para contener la propagación del virus. En aquella ocasión, sin embargo, el retroceso español era igualado por el de Italia, para la que el FMI suaviza ahora la previsión de caída al 10,6% (aunque también rebaja en 1,1 puntos el alza de 2021, hasta el 5,2%). Tras este cambio, no quedan grandes economías para las que el FMI prevea un golpe tan duro como el de España. Sus analistas esperan que Francia ceda un 9,8% este año; que Alemania lo haga un 6%; la eurozona, un 8,3% y Reino Unido, un 9,8%. Más allá de Europa, India perderá un 10,3%; México, un 9%; y EE UU, un 4,3%. Solo China, origen de la pandemia, se salva de la quema global, con un avance del 1,9% este año. El FMI solo prevé 16 caídas del PIB mayores a las de España, todas en economías menores como la de Perú (-13,9%), Venezuela y Líbano (-25%) o Libia (a la cabeza, con -66%).
Avala la suspensión de las reglas fiscales. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) dio ayer su visto bueno a la pretensión del Gobierno de aprovechar la bula comunitaria para dejar en suspenso las reglas fiscales de 2020 y 2021, evitando así el corsé de los objetivos de déficit y deuda mientras da respuesta a la crisis del coronavirus, pero le instó a impulsar a medio plazo un plan de reconducción de las cuentas públicas. La propia presidenta del organismo fiscalizador, Cristina Herrero, ya había abogado por activar la cláusula de escape fiscal, decisión que la Airef refrenda ahora como “pertinente” siempre que se lance un mensaje de confianza a la UE y los mercados presentando en paralelo un plan “realista y creíble” de reequilibrio.
De Cos ve riesgos de crisis financiera. Durante su intervención en un acto celebrado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, instó a mantener los estímulos fiscales en marcha hasta que se afiance la recuperación y alertó del riesgo de que la crisis económica derive en una financiera.