De Margarida advierte de que la recuperación será “larga y amarga” y no llegará hasta finales de 2021… en el mejor de los casos.
El decano-presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos De Margarida, ha advertido que la recuperación económica de la crisis provocada por el coronavirus será “larga y amarga”, pues los indicadores previos a la pandemia no se alcanzarán hasta “finales de 2021 o principios de 2022” en el mejor de los casos, tras una caída del PIB este año que puede llegar hasta el 18%.
El representante de los economistas de Valladolid ha presentado el Observatorio Económico correspondiente al segundo trimestre de 2020 y ha planteado las medidas que se deben adoptar para la recuperación económica post-COVID-19, ya que las considera “claves” para recortar la duración del periodo de recuperación económica.
De Margarida considera que “el camino a iniciar para la reactivación económica y social de Castilla y León va a ser muy largo y amargo, con altas dosis de desconfianza, incertidumbre y angustia”, al mismo tiempo que ha recordado que las perspectivas económicas son difíciles de atisbar ya que la situación será de “incertidumbre” hasta que no haya un tratamiento probado y eficaz contra el COVID-19.
A la hora de elaborar previsiones resulta “complicado”, según explica, porque “la tendencia ha caído”, pero lo que está claro es que desde marzo se ha experimentado un “hundimiento generalizado de la economía”, en el que Castilla y León podría concluir el año 2020 con un retroceso de entre el 14 y el 18 por ciento en su PIB y la deuda pública pasando hasta el 26-28% desde el 20,8 que suponía en 2019.
Son, como ha definido De Margarida, “cifras alarmantes”, pero también ha observado “un cierto optimismo” de que la economía vaya a mejor y que los niveles que se daban antes de marzo de 2020 se recuperen “a finales de 2021 o principios 2022”, informa Ep.
El coronavirus, como ha subrayado el presidente del Colegio de Economistas “ha marcado un antes y un después en todo el mundo”, pero también se ha preguntado si Castilla y León tiene preparada su economía para “una segunda, tercera o cuarta ola”.
En este sentido, dada la tendencia a hablar de la evolución de la economía en comparación con una letra a la que se asemejen las gráficas, De Margarida ha apuntado que la previsión del Colegio de Economistas es que será una gráfica en ‘X’, con unos sectores, como la tecnología, que había caído y ahora remonta y otros como la industria y los servicios que se cayeron, se recuperaron sobre todo en el mes de junio cuando se vio una ligera recuperación del empleo, el consumo y las exportaciones y ahora vuelven a bajar.
“Debería ser una ‘W'”, ha apuntado el economista, para que estos sectores vuelvan a recuperarse y alcanzar los niveles de marzo de 2020, aunque esa gráfica puede ser “más larga o más estrecha” en función de lo rápida o lenta que sea la recuperación. En eso influirán mucho, en su opinión, las gestiones de los gobiernos.
El problema que observa el representante de los economistas son “las debilidades” de la economía de Castilla y León y la incertidumbre existente, ya que la considera “lo peor a lo que nos podemos enfrentar”.
Así, ha explicado que Castilla y León tiene un tejido económico caracterizado por la pequeña y la mediana empresa, “casi microempresa”, con una capacidad de reacción reducida, lo que dificulta adaptarse a lo que requiere esta situación de pandemia. A ello ha sumado la situación del empleo, con muchos contratos temporales, “alta rotación” y “ausencia de políticas de recolocación y cualificación”, así como las dudas sobre los ERTE, si se ampliarán definitivamente hasta diciembre y si después se convertirán en “ERE”.
La consecuencia puede ser la pérdida de trabajadores ocupados el impacto en los jóvenes y los trabajadores “precarios” y la “ausencia de oportunidades”.
Para De Margarida, los meses que quedan de 2020 serán “cruciales” para poner las bases para esa recuperación, motivo por el cual ha insistido en el papel de la gestión del Gobierno de España y de los de las comunidades autónomas para poder reactivar la economía.
Ayudas europeas
Por ello, el decano-presidente ha incidido en la importancia de transformar el modelo productivo, reforzando el sistema sanitario o impulsando la transición ecológica, la digitalización o la movilidad sostenible, que son los apartados en los que se centran las comprometidas ayudas europeas, a las que ha señalado como importantes para este futuro inmediato. Así, ha reclamado que se den a conocer las cifras cuanto antes y un reparto coherente de las mismas sin “criterios partidistas”.
“Entender esto y aplicar fondos para estas necesidades puede significar el futuro para nuestras nuevas generaciones”, ha enfatizado De Margarida, que ha añadido otras recomendaciones como recurrir en mayor medida los cierres parciales que a los totales, abordar reformas estructurales, analizar el gasto público, que “debe ser eficiente y eficaz”, buscar la sostenibilidad pensiones, maximizar el empleo con respecto al crecimiento económico y regularizar el marco económico ya que existe mucha disparidad entre las comunidades autónomas.
De hecho, ha llegado a poner la imagen de este lunes de la “unidad” entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid por la lucha contra el coronavirus como ejemplo de la coordinación que considera que debe darse “en todos los niveles”.
De Margarida ha recalcado la importancia de “aportar las ayudas necesarias al sector empresarial que sustenta el empleo de la región al objeto de reactivar y mantener la actividad económica para posteriormente potenciarla”.
En este sentido, Juan Carlos De Margarida ha lanzado también un mensaje a los representantes públicos y a los directivos del sector privado, pues considera “deseable” que den “ejemplo de unidad y sacrificio, pero sobre todo de austeridad.