El 49,3% de los españoles no está preparado para afrontar la crisis del coronavirus. Las personas con empleo son ya el grupo más numeroso entre los pobres.
Apenas recuperados de la crisis financiera de 2008, la sociedad enfrenta tan solo doce años después una segunda para la que no están preparados. La mitad de los españoles (el 49,3%) viven hoy en día al límite de sus posibilidades ante las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia de coronavirus. Y lo peor es que tener un trabajo no exime de la pobreza: las personas con empleo ya son el grupo más numeroso entre los pobres.
Así lo refleja el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), que realiza una radiografía del impacto de la pobreza. “La gente pobre es más pobre que antes de la crisis de 2008, sin contar con la situación generada por la Covid-19”, ha sentenciado el presidente de la entidad, Carlos Susías.
La conclusión principal a la que llega Susías respecto al nuevo perfil de las personas pobres es que el desempleo no define a la pobreza y que, por el contrario, dentro de ella, “el grupo más grande de las personas pobres en España es el de las personas ocupadas”, ha explicado en declaraciones recogidas por Efe. “O actuamos sobre el empleo o será muy difícil actuar sobre la pobreza“, ha añadido.
El panorama que dibuja el presidente de esta organización para los próximos meses es, en su opinión, difícil de pronosticar. De ello ya se ha encargado Oxfam Intermón que, este mismo miércoles, ha avanzado que la cifra de ciudadanos con falta de recursos podría alcanzar los 10,9 millones, pasando del del 20,7% anterior a la Covid-19 a un 23%. Es decir, la pobreza en España aumentaría en más de un millón de personas.
No obstante, Susías ha apuntado que la situación podría ser peor si no se hubieran adoptado las medidas aplicadas por el Gobierno, como el ingreso mínimo vital y otras del ámbito del mercado de trabajo.
La pobreza en España añade nuevos perfiles
La foto de la pobreza en España incorpora nuevas caras: cada vez hay más personas con educación superior (con o sin empleo), habitantes de zonas urbanas y niños, adolescentes y jubilados, detalla el informe. Y además, un aspecto que no pilla por sorpresa: aquellas que ya se encontraban en situación de pobreza son aún más pobres, como migrantes, mujeres y familias monomarentales.
En el último año se ha incrementado en un 29,1% el dinero que necesita una persona para dejar de estar en situación de exclusión. Es decir, si antes eran necesarios 2.148 euros para salir de una situación de pobreza, ahora esta cantidad ha ascendido hasta los 2.622 euros. “En otras palabras, no sólo hay más, sino que son más pobres aún”, ha aseverado el responsable de la red.
La pobreza ataca de nuevo a las mujeres más que a los hombres
Con los datos desglosados, de nuevo la pobreza tiene cara de mujer. La tasa femenina es del 26%, por lo que hay 640.000 mujeres pobres más que hombres en esa situación. Además, tener hijos es uno de los principales factores de riesgo, especialmente para familias monomarentales: hasta un 46% viven en situación de exclusión.
Por edades, destaca la tasa de pobreza entre los menores y entre las personas jóvenes de 16 a 29 años, alcanzando el 27%. En cambio, se ha reducido, entre las personas mayores de 65 años, en tres puntos porcentuales hasta el 14,5%. “Probablemente a causa del incremento de la pensión media hasta los 630 euros anuales”, señala el informe.
En cuanto al panorama geográfico, las tasas más bajas del índice de pobreza Arope son en Navarra y País Vasco, con el 11,7 % y el 14,4 %, respectivamente. Las más altas, se registran en Andalucía y Extremadura, ambas con el 37,7 %.
