Otra de las consecuencias que deja la pandemia en España es una fuerte caída en la revisión de los valores catastrales de las fincas.
De las 500.000 presupuestadas para 2020, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) señalan que la ejecución prevista quedará en 55.348, es decir, un 89% menos de lo estipulado.
¿Qué significa esto? El director del Servicio de Estudios de Reaf, Rubén Gimeno, explica a Invertia que “todo lo que se está acumulando ahora se actualice de golpe cuando se pueda y esto va a provocar que por lo general aumenten los valores catastrales y con ello el recibo del IBI porque su base imponible gira en torno a esta referencia”.
En los últimos años, los PGE cifran en 500.000 las revisiones anuales del valor catastral. Para 2021 también, aunque dado el retraso provocado por la pandemia en 2020 debería haber un impulso de esta partida. Las apenas 55.000 de 2020 dejan casi un millón (944.652) las actuaciones para cumplir lo presupuestado este año y el que viene. En 2019 se realizaron 392.637.
En caso de una masiva revisión de los valores catastrales en 2021, la subida llegaría a los propietarios de viviendas en el recibo del IBI de 2022, como mínimo. Según las fuentes administrativas consultadas por este medio, cada ayuntamiento ha de aplicar el tipo que tenga aprobado en su ordenanza municipal sobre el nuevo valor catastral y “requiere su tiempo”.
Los nuevos valores catastrales también tienen repercusión en el Impuesto sobre Patrimonio, como recuerda Rubén Gimeno. “Habla sobre el mayor valor de tres: precio de compra, valor catastral o el comprobado por la Administración, por lo que también puede incidir en este tributo”, reconoce.
Subida doble
Si bien esta revisión masiva de los valores catastrales conllevaría una variación al alza de varios impuestos, el proyecto de ley contra el fraude fiscal aprobado por el Consejo de Ministros a mediados de mes también incluye entre su batería de medidas una subida de impuestos ‘oculta’ para los propietarios de vivienda o aquellos que hereden un inmueble.
Tal y como indica el proyecto de ley aprobado, “en aras de la seguridad jurídica, en el caso de bienes inmuebles, el valor de referencia del Catastro se convierte en la base imponible de los tributos patrimoniales, de forma objetiva”. Traducido al castellano, será el Catastro quien diga cuánto vale tu casa para pagar los tres impuestos mencionados y así evitar conflictos en los tribunales.
Rubén Gimeno aclaró a Invertia que “este nuevo valor va a subir mucho la valoración de los inmuebles a efectos de los impuestos”. “Esto puede provocar que los valores del mercado de los inmuebles el Catastro los actualice de repente y por tanto haya gente que antes no tenía que pagar el Impuesto de Patrimonio y ahora sí”, afirmó.