No sólo lidera el hundimiento económico de este año, sino que es la economía que más tardará en salir de la crisis.
La Comisión Europea ha presentado esta semana su Informe de Otoño, en el que sitúa a la economía española como la peor del Viejo Continente tras el impacto del coronavirus y como la que más tardará en salir de la crisis.
Hasta la fecha, los datos ya han demostrado que el Producto Interior Bruto (PIB) de España es el que más ha caído en el segundo trimestre (un 22%), debido entre otro factores al desplome del consumo, del 25,25%, el mayor de toda la UE -seguido de Italia (-17,5%), Francia (-17%) y Alemania (-13,25%).
España lidera también la caída de la inversión (del 25%), similar a la que se ha producido en países como Francia e Italia. A día de hoy, recuerda Bruselas, estos retrocesos provocan que España sea el país en el que menos se ha recuperado la confianza de los consumidores (sólo un 55% de recuperación desde el peor momento de la pandemia), frente al 80% recuperado en Alemania.
Pero nuestro país no sólo ha liderado las caídas hasta la fecha, sino que la Comisión Europea prevé que siga siendo así. En 2020, esperan que España sea la que más caiga (un 12,4%) y prevén también el mayor desplome para su PIB per cápita (-12,5%). La caída de España es más del doble de la pronosticada para Alemania (del 5,6%) y la Comisión lo explica por la mayor importancia que tienen en nuestro país los factores de la caída: shock sobre el ahorro, riesgo creciente sobre la inversión y demanda externa débil.
Para el año 2022 será el país que menos se habrá recuperado. Según sus cálculos, el PIB seguirá siendo un 3,35% inferior al nivel precrisis, mientras que la mayoría de los países de nuestro entorno ya habrán recuperado lo perdido. Esto ocurrirá aún teniendo en cuenta que España será de los países que más fondos recibirán de la UE.
“Aunque esperamos que la mayor parte de países superen sus niveles de producción precrisis (último trimestre de 2019) a cierre de 2022, otros tantos seguirán por debajo. Es algo que ocurrirá especialmente en España (-3,25%), Italia (-2,75%), Países Bajos, Croacia y Bélgica (todos -1,5%), así como Portugal (-1,25%). Esto no tiene en cuenta que, sin pandemia, todos los países de la UE tendrían tasas de crecimiento positivas que habrían resultado en niveles de PIB a finales de 2022 muy por encima de los niveles esperados ahora”, apuntan.
Parte de la culpa de que en 2022 no nos hayamos recuperado radicará en la inversión, ya que Bruselas espera que para entonces siga siendo en España un 7% inferior al nivel que tenía antes de estallar la pandemia.
El peor mercado laboral
España también se sitúa como el mercado laboral más débil del continente, debido en parte a que es una de las economías con un mayor problema de temporalidad. Mientras que el ritmo de creación de empleo -medido en nuevos contratos- ya se ha recuperado en algunos países como Francia, en España sigue siendo la mitad de lo que era en febrero, advierte Bruselas.
“No es una sorpresa que las pérdidas de empleo hayan sido superiores en países como España, donde la proporción de contratos temporales es más alta”, dice la UE
Además, la Comisión explica que la tasa de paro ha quedado desvirtuada en todos los países porque la pandemia ha provocado una reducción de la población activa (el denominador). En un escenario que obviara esta disminución de la población activa, y utilizara el denominador de cierre de 2019, España tendría una tasa de paro del 19,9% a cierre del segundo trimestre, apunta Bruselas, sin incluir los trabajadores en Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
La CE admite que el peso del turismo en el empleo influye a la hora de marcar la evolución negativa del mercado laboral, pero recuerda que aunque España es el país con más tasa de paro, hay países que le superan en la proporción que representa el turismo sobre el total del empleo: en Chipre supone un 14%; en Irlanda, un 12%, y en Grecia y España, un 11%.
Para 2020, prevé que España cierre el año con una tasa de paro del 16,7% (por detrás de Grecia), pero ésta seguirá aumentando hasta el 17,9% en 2021 y bajará al 17,3% en 2020; lo que situará a España a la cabeza del paro en la UE los próximos dos años.
Se espera que las diferencias entre países persistan en todo el horizonte de proyección, con el mercado laboral de España como el más golpeado en los próximos dos años”
Para 2021, cree que España será el único país de la UE en el que no subirán los sueldos (0%), sin contar con Francia (donde bajarán un 1,6%); y si se analiza la evolución de los sueldos en términos reales (sin tener en cuenta la inflación), bajarán un 1,2%, la mayor caída de la UE junto a la de Austria, de la misma cantidad.
La situación fiscal más vulnerable
España es también el país con mayor déficit público previsto para este ejercicio, del 12,2%, del PIB, lo que la convierte en la única junto a Bélgica, Francia e Italia que tendrá un desfase presupuestario superior al 10%. Para 2021 y 2022, la Comisión pronostica desfases del 9,6% y 8,6% del PIB, respectivamente, lo que situará a España con el segundo peor país de la UE, por detrás solo de Rumanía.
Este abultado déficit se produce a pesar de que España es el país en el que las medidas de gasto discrecionales aplicadas por el Gobierno para paliar el efecto de la pandemia suponen un menor peso del PIB: un 1%, frente a la media de la UE del 4,5%. El país que ha hecho un mayor esfuerzo es Lituania, con medidas por valor del 7% del PIB.
“El apoyo de la acción fiscal discrecional es más débil en España, debido a que su déficit no estructural partía de un nivel menos favorable”, admite Bruselas.
El incremento del déficit irá parejo a una subida de la deuda pública, que superará el 120% en el año 2022, en línea con Portugal. En este indicador, España será ampliamente superada por otros países como Grecia e Italia.
Moncloa envía el plan presupuestario a Bruselas sin un programa de ajuste pese al fuerte incremento del gasto
El Gobierno de Pedro Sánchez enviará este jueves a Bruselas el Plan Presupuestario de 2021, en el que se incluyen los datos macroeconómicos que el Ejecutivo presentó hace dos semanas. Ayer, con motivo de la sesión de control al Gobierno, la ministra de Economía, Nadia Calviño, afirmó desde su escaño en el Congreso de los Diputados que el proyecto que España manda a Europa es un plan “serio, riguroso y prudente”, cuyas principales cifras para 2020 pasan por un desplome del PIB del 11,2, una tasa de paro del 17,1%, y una deuda pública del 118%, cinco puntos menos que las últimas previsiones del FMI.
La titular de Economía no pudo sin embargo detallar en su intervención qué principios cumple el cuadro macroeconómico, que para el próximo ejercicio presupuestario sitúa el techo de gasto en 196.097 millones de euros, es decir, un 53% más que en 2019 y, donde también se incluyen 27.000 millones de euros procedentes de Europa (25.000 de los fondos, y 2.000 para Sanidad).
Calviño volvió a insistir en que su cuadro está alineado con los datos de los organismos internacionales, mencionó la necesidad de tener pronto los Presupuestos de 2021 “para abordar” las reformas del Plan de Recuperación presentado por Pedro Sánchez la semana pasada y, pidió evitar conflictos políticos para ahuyentar la desconfianza de los inversores.
Con un argumentario muy parecido, y con ningún detalle sobre las medidas fiscales que piensa acometer el Gobierno para hacer frente al incremento del gasto público -hay que recordar que el Ejecutivo ha anticipado que piensa ir a más deuda para adelantar el retraso de los fondos de la UE-, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, evitó responder a si su Gobierno tiene pensado hacer un plan de ajuste fiscal, tal y como pide el artículo 11.3 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, o como recomienda la AIReF o el Banco de España.
Montero se manifestó clara defensora del incremento del gasto público, en circunstancias como esta. De hecho retó al PP a que dijera que renunciaba al aumento de gasto que supone para las arcas del Estado las medidas que se han aplicado para promover los Ertes, para ayudar a los autónomos, a las comunidades o a los ayuntamientos.
La ministra Montero se remitió a la presentación del techo de gasto en el debate que previsiblemente tendrá lugar la próxima semana, tildó de nervioso al Partido Popular, sacó la artillería dialéctica para asemejar a Vox y a PP, en el lado de los radicales y antisistema, pero de de medidas fiscales o, de cómo financiar al deuda pública no hizo mayor alusión que la programada promesa de PSOE-Unidas Podemos de aplicar la justicia fiscal.
De Presupuestos Generales para 2021, que según fuentes de Hacienda llegarán a la Cámara a lo largo del mes de octubre, y cuyos primeros sondeos, en este caso con formaciones pequeñas como Más País y Compromís ya han empezado, la ministra y portavoz del Gobierno espetó al PP que el Gobierno “va a sacar adelante los Presupuestos y lo va a hacer con el resto de grupos de la Cámara; no les vamos a permitir que sigan con la actitud obstruccionista“, dijo subrayando el apoyo del conjunto de fuerzas, entre las cuales están las que apoyaron la investidura de Sánchez.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó este miércoles que el Gobierno central ya ha procedido a la asignación a las comunidades autónomas de 10.000 millones de euros para los dos próximos años del fondo REACT-Unión Europea, que supondrán un total de 13.000 millones de euros para la reactivación de la economía en España. Además, la ministra recordó que el líder del Ejecutivo ha convocado una Conferencia de Presidentes para el próximo 26 de octubre en la que se hablará sobre el reparto de estos fondos europeos.