La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha señalado que los datos de octubre confirman la ralentización de la recuperación económica como consecuencia de la segunda ola del covid-19, cifrando la tasa de paro efectiva en el 20,4%. A la luz de estos datos la fundación ve muy optimistas las previsiones del Ejecutivo para 2021.
Así se desprende del séptimo boletín de seguimiento de los aspectos económicos de la crisis del covid, elaborado y publicado por Fedea, en el que analiza la evolución del desempleo efectivo- definido como la suma del paro registrado más los afectados por ERTEs y los beneficiarios de prestaciones por cese de actividad- y que constata el estancamiento o incluso ligero retroceso de la recuperación por una menor salida de trabajadores de los ERTE y el aumento de las prestaciones por cese de actividad y paro registrado.
En concreto, dividiendo la suma total de los activos que no están trabajando, estén o no en situación de alta en la Seguridad Social por la población activa muestra una tasa de paro efectiva del 20,4%, dos décimas por encima del mes anterior, pero inferior al pico del 36% que llegó a estimar en el mes de abril.
Aunque el análisis detallado del mercado de trabajo revela variaciones muy favorables del empleo y el paro desde el comienzo del verano, matiza que los indicadores dinámicos muestran que el mercado de trabajo no ha funcionado a pleno gas durante este período.
Así, los flujos de entrada y salida del paro y del empleo se situaron por debajo del 80% de los valores registrados en años recientes. Además, avisa de que el paro de larga duración no ha cesado de crecer, alcanzando el 32% de los parados registrados.
A su vez, señala que la cobertura de las prestaciones por desempleo ha aumentado en los últimos trimestres, aunque sigue siendo inferior a la registrada durante la crisis de 2008, y detecta que los trabajadores inmigrantes vuelven a ser los más perjudicados por la crisis, en especial las mujeres extranjeras, que han visto aumentar su tasa de paro en unos 7 puntos porcentuales.
El Gobierno, muy optimista
Respecto a las previsiones, el Gobierno estima una caída del PIB del 11% este año, con un aumento del gasto de casi 62.000 millones y una caída de ingresos de más de 27.000 millones, algo que Fedea ve consistente en el primer caso pero menos plausible en el segundo.
Frente a la reducción de ingresos por tributos y cotizaciones sociales de 23.600 millones (-5,4%) este año calculada por el Gobierno, Fedea espera una caída de ingresos de más del doble- del orden del 11%- unos 50.000 millones. En total los ingresos caerían unos 33.800 millones.
Ante las previsiones, un tanto optimistas, de ingresos y déficit del Gobierno, cree que habría revisar a la baja al menos en un punto de PIB, lo que arrojaría un déficit superior al 12% del PIB.
Sobre 2021, el análisis coincide con la AIReF, en que el escenario macro del Gobierno-prevé crecimiento del 7,2% o 9,8% con fondos europeos– resulta muy optimista dada la evolución reciente de la pandemia, y cree que habría que corregir a la baja la previsión de ingresos en casi un punto, con un déficit del 8,6%. También tilda de optimista la previsión del Ejecutivo de un impacto de 6.800 millones con los nuevos impuestos y las subidas de otros.