La caída de la actividad de las empresas provocada por la crisis del Covid-19 ha elevado el número de empresas que no podrán hacer frente a su endeudamiento.
Esta situación provocará desembolsos ordinarios como los gastos de personal o el alquiler, según constata el informe sobre el impacto del Covid-19 en la situación financiera de las empresas en los tres primeros trimestres del año hecho público hoy por el Banco de España. Entre febrero y octubre, la deuda financiera ha aumentado casi un 5% respecto al mismo periodo de 2019, lo que “se habría traducido en un deterioro de su solvencia”, dice el texto.
Las empresas con presión financiera elevada, que difícilmente pueden cubrir sus gastos financieros, se ha elevado al 40%, lo que supone 27 puntos porcentuales más que en 2019. Las más afectadas son las pymes y los sectores de hostelería, restauración y ocio. Más moderada es la subida de las empresas insolventes, un 15% y, de nuevo, los problemas de solvencia atacan más a las de menor tamaño.
El Banco de España destaca que las medidas públicas se han encaminado más a resolver los problemas de liquidez de las empresas, como es el caso de las líneas de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO). En cambio, “las medidas de apoyo a la solvencia han sido más limitadas”. Por ello, el informe recomienda para minimizar los riesgos de que empresas insolventes pero viables acaben liquidándose, acometer “una rápida reestructuración de sus deudas introduciendo reformas en los mecanismos de insolvencias judiciales y extrajudiciales con el fin de hacerlos más ágiles y eficientes”.
Actividad y empleo
En lo que respecta a la actividad, hasta octubre, el Valor Añadido Bruto (VAB) del sector empresarial se ha reducido, en términos interanuales, un 22,5% mientras que en los tres primeros trimestres de 2019 se incrementó un 0,7%.
Por sectores, el informe subraya que se han registrado caídas del VAB en todas las ramas de actividad, donde ha sido “especialmente intensa” en la rama industrial, un 33,6%, donde son acusados los descensos en el refino, en la fabricación de material de transporte y en la industria química. En el resto de actividades, “destaca el comportamiento especialmente negativo de las empresas del sector del transporte, con un descenso del 48,1%”. El comercio y la hostelería han caído un 18,1%.
Por su parte, el empleo efectivo ha disminuido hasta el mes de octubre un 5,9% de media sin contar a los trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). La caída ha sido más fuerte entre los trabajadores temporales (un 19,5%) mientras que el personal fijo ha descendido un 3%. El total de empresas que han destruido empleo se sitúa en el 50,6%, 14 puntos porcentuales más que en 2019.