El sector turístico, que cerró 2019 con un número récord de empleados (2,6 millones), es el más golpeado por la crisis del coronavirus. El sector público mantiene sus cifras de trabajadores y ha mejorado sus condiciones salariales.
¿España país de camareros? No, España país de funcionarios. La crisis del coronavirus ha roto una tendencia en el mercado laboral español que estaba consolidándose en los últimos ejercicios. El sector público y el sector turístico estaban registrando crecimientos de empleo en los últimos años, más robustos en el caso de la industria turística, hasta alcanzar ambos cifras en el entorno de los 2,6 millones de trabajadores.
En 2019, las administraciones públicas españolas empleaban a 2,59 millones de personas. El sector turístico terminó el pasado año con cifras récord: 2,67 millones de trabajadores en España (cifra que incluye todo el empleo de la hostelería).
Pero la crisis del coronavirus ha roto esa tendencia; el empleo público no solo prácticamente se ha mantenido, sino que ha mejorado sus condiciones salariales, y previsiblemente registre crecimientos a finales de 2020 y en 2021. Mientras, el turístico es el sector más afectado, con cientos de miles de empleados en ERTE o ya en ERE.
El último informe trimestral de análisis del mercado de trabajo, de la Secretaría General de Empleo y Economía Social, refleja ya este cambio de tendencia en el mercado laboral español.
En términos anuales, desde el inicio de la recuperación en 2014, “el empleo asalariado privado ha venido concentrando la mayor parte del empleo generado, mientras que en el sector público ha aumentado en menor cuantía”, indica el informe. En el segundo trimestre de 2020, sin embargo, “desciende un 7,4% en el sector privado y un 1,0% en el sector público“.
“Ahora el comportamiento del empleo público es similar al de la crisis financiera de 2008-2013”, considera Josep Oliver, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, y coordinador del Índice ManpowerGroup. “El sector público salió indemne de la anterior crisis; en 2020 se mantiene aquella tendencia, el sector público vive al margen del ciclo económico”, indica.
“Sostener el empleo público es una manera de no contribuir a una peor evolución del empleo total, desde ese punto de vista es una medida efectiva”, explica Oliver. “Pero debe haber un razonable reparto de costes, cuando hay tanto ERTE y ERE como ahora, hubiera sido razonable destinar recursos a inyectar liquidez a empresas privadas necesitadas”, añade.
El Gobierno tiene previsto ampliar el número de plazas para la Oferta de Empleo Público de 2020, en la que habrá 28.055 en total, con 8.996 para promoción interna, la más alta de la historia. Y ha incluido en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 una subida salarial del 0,9% para los funcionarios, medida criticada por el Banco de España y por la CEOE, entre otros organismos.
Los últimos datos oficiales de empleo público son los ofrecidos, en enero de este año, por el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas. En los próximos días está previsto que el Ministerio de Política Territorial y Función Pública actualice los datos a julio de este año, pero de momento no hace previsiones de cierre de 2020.
Desde el Ministerio que dirige Carolina Darias se apunta a este diario que el incremento de empleo en el sector público “viene dada por la recuperación de plazas perdidas antes de 2017, el empleo público estuvo congelado”.
En el sector turístico el panorama es devastador. “Tenemos 750.000 empleados afectados por esta crisis, más de 400.000 se encuentran en ERTE, pero unos 285.000 han perdido ya el empleo”, estima Óscar Perelli, Director de Estudios e Investigación de la patronal turística Exceltur.
“Nos preocupa muchísimo esta tendencia, somos el sector más afectado”, lamenta. “Además sufrimos un problema de reinserción laboral, es crucial que se elabore un plan de rescate“, reclama. “Vemos con envidia como otros países están aplicando programas de rescate para el turismo o la hostelería; en Reino Unido dan ayudas directas de 3.000 libras mensuales a las empresas afectadas, en Austria se financia el 75% de los gastos fijos, también hay ayudas directas en Alemania y Francia…”, lamenta.
Evolución en 2021
La tendencia laboral con la que termina 2020, mayor empleo en el sector público que en el turístico, previsiblemente se mantendrá durante buena parte del próximo año. Todo dependerá de la evolución de la pandemia, las vacunas, y la efectividad de las medidas que imponga el Gobierno.
“No creo que en 2021 se reduzca el empleo en el sector público“, opina el catedrático de Economía Josep Oliver. “Y en el sector privado dependerá de las medidas de apoyo, de que se eleve el crédito a las empresas, se extiendan los ERTE, que se aplacen los pagos iniciales de devolución de préstamos ICO…”, añade. “La segunda parte de 2021, si funcionan las vacunas y son efectivas las medidas del Gobierno, puede iniciarse una fase muy expansiva“, considera.
“Si las vacunas cumplen las expectativas, es posible que a partir de mayo se recupere la demanda turística, pero nuestras empresas asociadas estiman que no volverán a registrarse las cifras anteriores a la crisis hasta 2023 o 2024“, comenta Óscar Perelli, de Exceltur.
Desde la patronal turística se ha requerido a diferentes ministerios la elaboración de un plan de rescate, y medidas específicas, como por ejemplo sustituir la exigencia a los turistas de hacerse pruebas PCR por otras “medidas de protección razonables”, y aportar ayudas económicas directas a las empresas afectadas.
La llegada de los fondos europeos de recuperación y la necesidad de organizar las administraciones implicadas en su gestión y reparto, previsiblemente impulsará la contratación de empleo público en 2021.
Pero a pesar de esas previsiones, de que el empleo público en general sale reforzado de esta crisis, también hay trabajadores de las administraciones que se consideran maltratados, y que exigen con urgencia el reforzamiento de sus plantillas, especialmente los del sector sanitario.
“Hemos afrontado la pandemia con empleo precario, con un 28% de tasa de temporalidad, cinco veces superior a la de la empresa privada”, aseguran en el principal sindicato de la administración pública. “Además, un 20% de la plantilla de la Administración General del Estado tiene más de 60 años, se van a jubilar pronto”, advierten.
El sindicato CSIF requiere que se contrate a más de 106.000 personas en los próximos tres años para el empleo público en Justicia, Educación y Administración General, y que se eleve en 290.000 personas la plantilla de la Sanidad pública entre los años 2021 y 2031.
También reclaman con urgencia mejorar y ampliar las plantillas del Sepe, las oficinas que gestionan los ERTE. “Contamos solo con 8.000 efectivos, ante una avalancha de peticiones por desempleo no podremos gestionarlos debidamente; en verano se incorporaron 1.500 personas, pero no estaban formadas para el puesto”, advierten desde el sindicato a este diario.