La sonda está lista para regresar a Tierra con dos kilogramos de rocas lunares.
La misión Chang’e 5, de la Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés), ha completado con éxito su recogida de muestras de la Luna. La sonda ya ha regresado a su órbita alrededor del satélite y está lista para volver a la Tierra, según la agencia de noticias del país Xinhua. La misión se convertirá así en la primera operación espacial en más de cuatro décadas en traer restos lunares a nuestro planeta. El estudio de las rocas servirá para investigar el origen y la evolución del satélite.
La nave fue lanzada el pasado 24 de noviembre desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang en la provincia de Hainan, al sur del país asiático, a bordo de un cohete Long March 5. Tras llegar a la órbita lunar cuatro días después, aterrizó en la superficie de la Luna el 1 de diciembre.
Pero no lo hizo la sonda al completo. Mientras que un orbitador y un módulo de reentrada permanecieron flotando alrededor del satélite, un módulo de aterrizaje y una pieza de ascensión de la nave -una especie de pequeño cohete- se posaron en la superficie de la Luna. Este último serviría para poder despegar del satélite una vez finalizada la tarea y reencontrarse con la otra mitad de la nave.
Así, según lo planeado, la sonda recogió el miércoles dos kilogramos de roca lunar. Un taladro permitió a Chang’e 5 recolectar muestras de hasta dos metros de profundidad y un brazo robótico capturó regolito de la superficie. La zona elegida para la toma de muestras fue la conocida como Oceanus Procellarum u Océano de las Tormentas. Esta queda en el oeste de la cara visible de la Luna.
Las partes de la sonda encargadas de llevar a cabo el cometido volvieron luego a la órbita lunar para acoplarse al módulo de reentrada, que transportará las muestras de regreso a la Tierra. Se espera que las rocas lleguen el 15 de diciembre.
Chang’e 5 supone una de las tareas espaciales más complicadas y desafiantes llevadas a cabo por China. La misión es ya la sexta del gigante asiático al satélite y el último paso de un ambicioso programa de exploración espacial aprobado en el 2004.
Con la tercera de las sondas Chang’e, China ya demostró su capacidad y competitividad al aterrizar por primera vez en la superficie lunar. Chang’e 4 volvió a pisar el satélite años después, pero esta vez en la cara oculta de la Luna. Ningún país lo había logrado antes. China espera que su plan culmine con una estación internacional de investigación lunar y, en última instancia, una colonia humana en la Luna para la década de 2030.
Si la misión Chang’e 5 resulta exitosa, el gigante asiático se convertirá en la tercera nación en traer muestras lunares a la Tierra después de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Los astronautas de la NASA lograron esa hazaña durante el alunizaje del Apolo 11 en 1969. Los soviéticos fueron los últimos en lograrlo cuando la misión Luna 24 trajo las muestras en 1976.