Los vecinos de La Paz esperan la luz verde del ayuntamiento de Murcia para ver su sueño hecho realidad.
“Nos vimos obligados a manifestarnos para que el ayuntamiento -de Murcia- comprobara que el proyecto sigue contando con el apoyo total de los vecinos”. Con estas palabras explicaba a Libertad Digital el promotor José López Rejas las circunstancias de la concentración realizada a finales de diciembre ante el consistorio de la capital murciana.
En dicha movilización, autorizada solo para 100 personas como consecuencia de las restricciones por la covid-19, los vecinos del barrio murciano de La Paz volvieron a reclamar al ayuntamiento la agilización de los trámites burocráticos para que la regeneración de esta zona, una de las más deterioradas de la ciudad, comience a ser una realidad.
15 años de espera
Hace casi tres lustros, la empresa López Rejas puso en marcha un proyecto con escasos precedentes a nivel mundial y, desde luego, inédito en España hasta ese momento. Se trata de regenerar un barrio completo de una ciudad derribando los edificios existentes, donde los vecinos se hacinan en condiciones lamentables, para construir espacios públicos y nuevas edificaciones con viviendas modernas dotadas de todas las comodidades. ¿El coste para los vecinos? 0 euros. Sin embargo no se trata de la acción de una ONG, sino de un proyecto empresarial bien estudiado que financiará la construcción de las nuevas viviendas vendiendo en el mercado el exceso de edificabilidad que los vecinos actuales no aprovechen.
La iniciativa contó con el apoyo masivo de los residentes de La Paz desde sus inicios, una confianza que no ha disminuido a pesar del tiempo transcurrido sin que las obras hayan podido comenzar. El motivo del retraso es, como suele ocurrir, la existencia de unas barreras burocráticas que se acrecientan cuando se trata de poner en marcha un proyecto de semejante envergadura.
A pesar del rechazo de la izquierda
Sin embargo, la empresa responsable ha ido dando todos los pasos necesarios para avanzar y, a día de hoy, cuenta con el soporte técnico y financiero necesario hacer realidad el sueño de los habitantes del barrio murciano de La Paz, una de las zonas más deprimidas de la ciudad en todos los órdenes. A lo largo de estos casi quince años ha tenido que superar también el rechazo de los grupos políticos de izquierdas y la indiferencia, cuando no el desdén, de otras formaciones municipales, recelosos todos ellos de que la iniciativa privada resuelva un grave problema social sin coste alguno para los contribuyentes.
Todo el proceso habría culminado hace años si el proyecto se hubiera declarado de interés regional en sus inicios. Sin ese marchamo, una obra de semejantes dimensiones, que exige profundas modificaciones urbanísticas, se prolonga inevitablemente en el tiempo.
Pero este largo proceso podría estar llegando a su fin, o al menos esa es la esperanza que albergan los vecinos de la zona, muchos de ellos de avanzada edad y con graves problemas de movilidad, obligados a habitar unas viviendas que no cumplen con ninguna ratio exigible en la actualidad.
Expediente paralizado en el Ayuntamiento
“En estos momentos -indica López Rejas- estamos a la espera de que el Ayuntamiento de Murcia inscriba nuestra Junta de Compensación en el Registro de Entidades Urbanísticas Colaboradoras, para lo cual hemos cumplido todos los requisitos”. El consistorio murciano lleva meses con el expediente paralizado porque dudan de que la iniciativa de la empresa siga contando con el apoyo de más del 50% de los propietarios después de los años transcurridos, además de otras cuestiones menores de carácter jurídico. Sin embargo, el recurso presentado por la empresa acredita que el apoyo sigue siendo mayoritario y que el resto de reparos carecen de base jurídica. La concentración del pasado día 29 debería haber contribuido a despejar las dudas del concejal del ramo.
El Ayuntamiento de Murcia es el que tiene la palabra ahora para desbloquear una situación que corre el riesgo de eternizarse. “El objetivo -continúa el empresario- es rehabilitar uno de los barrios más degradados de la ciudad, creando nuevas zonas verdes, más viales y aceras, y entregar gratuitamente a los vecinos que malviven en unos pisos diminutos y en mal estado nuevas viviendas de 90 m2 con todas las comodidades. Queremos empezar a construir ya”.
El proyecto cuenta con el apoyo de tres entidades financieras, entre ellas un fondo de inversión, para hacer posible la reconstrucción de un barrio entero, hoy depauperado, que podría convertirse en un modelo de desarrollo urbano y un referente para otras ciudades por la manera en que ha sido afrontado sin participación de los políticos ni el uso de un solo euro público.