El número de empleados públicos en España ha roto todos los récord en el tercer y en el cuarto trimestre de 2020, incluso los máximos que se alcanzaron bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero en el tercer trimestre de 2011, justo cuando España estaba con un déficit público absolutamente disparado que le llevó al borde de la quiebra en 2012.
De hecho, tras esos datos Mariano Rajoy tuvo que abordar un fuerte plan de ajuste en la administración que trató de ejecutar la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
El número de asalariados del sector público durante la pandemia ha alcanzado en el cuarto trimestre los 3,379 millones de personas, un nuevo incremento frente al techo que ya se había alcanzado en el tercer trimestre, cuando el número de asalariados de las administraciones alcanzó los 3,337 millones.
En un año, el número total de empleados públicos ha crecido en 125.800 personas, frente al descenso del número de asalariados privados de 730.400 personas.
En un solo ejercicio el número de trabajadores al servicio de las administraciones (tanto funcionarios como personal laboral o temporales) ha crecido casi un 4%. Concretamente un 3,86%. Esto contrasta con el desplome en el número de asalariados del sector privado, que se ha hundido un 5,37%, según las cifras que revela el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los mayores récord en la función pública solo se han alcanzado con el PSOE en el poder: en el tercero y en el cuarto trimestre de 2020 se han superado los 3,3 millones de personas, una cifra que también se rebasó en el tercer trimestre de 2011 cuando gobernaba el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, en el gráfico adjunto a esta información se observa cómo la Administración ha ganado rápidamente peso bajo el mandato de los dos últimos presidentes socialistas.
El desglose por administraciones públicas
En la Administración central, que depende íntegramente de Pedro Sánchez, el personal ha pasado de 517.400 personas en el primer trimestre tras la moción de censura, a los 554.800 actuales. En un año el crecimiento ha sido de 20.000 personas. En la Seguridad Social la plantilla ha pasado de 25.900 personas a finales de 2019 a 25.300 a finales de 2020, según la Encuesta de Población Activa del INE.
El mayor incremento de plantilla se ha producido en las comunidades autónomas (CCAA), como consecuencia del personal que se ha tenido que contratar para atender a los afectados por la pandemia. Si en el cuarto trimestre de 2019 había 1,85 millones de personas trabajando para las autonomías, que tienen las competencias de sanidad y de educación, en el cuarto trimestre de 2020 hay 1,94 millones de personas. Es decir, 92.000 trabajadores más en nómina de las regiones españolas.
Sin embargo, algunas organizaciones médicas o de enfermería denuncian que sigue sin haber personal suficiente en algunas de ellas para hacer frente a la tercera ola de la pandemia.
Pero también ha habido un aumento del número de asalariados en las entidades locales (tanto ayuntamientos como diputaciones o cabildos, por ejemplo). Si hace un año había 664.700 personas en plantilla, un año después hay 667.200, a pesar de la grave crisis que se ha generado en el país y que ha destruido centenares de miles de empleos en el sector privado y amenazado la supervivencia de miles y miles de pequeñas y medianas empresas a lo largo y ancho del país.
También es muy llamativo que en las empresas e instituciones públicas también hay mucho más personas. Concretamente, en el cuarto trimestre de 2019 tenían en nómina a 161.500 personas y ahora tienen a 172.700. Es decir, a 11.200 personas más, lo que refleja que no se han notado en estas organizaciones pagadas por los impuestos (totalmente o en parte) los recortes que sí ha sufrido el resto de la actividad económica española.
Organismos como el BBVA explicaban en su último informe sobre las Cuentas Públicas como «los impuestos sobre la renta siguen resistiendo, por las medidas de apoyo al empleo y las subidas de los salarios públicos y de las pensiones». Es decir, que en realidad la recaudación del IRPF no se ha hundido más durante la pandemia de coronavirus porque el Gobierno y otras administraciones han sostenido los ingresos subiendo los sueldos a sus funcionarios.