La Alianza de Iguales con Israel le da la posibilidad de tener acceso al arsenal del Estado hebreo, uno de los más avanzados del mundo, que pondría en serio peligro al Estado español.
Tal y como publicamos en Diario16, las relaciones entre Marruecos e Israel se han intensificado en los últimos meses llegando, incluso, a una invitación formal de Benjamín Netanyahu a Mohamed VI para que realice una visita al país hebreo. En la llamada telefónica mantenida por los dos líderes de dos de los países más represores del mundo se felicitaron por la reanudación de las relaciones entre sus países y por la firma de una declaración conjunta con Estados Unidos en la que formalizaron sus lazos diplomáticos.
Sin embargo, estas relaciones afectan directamente a la seguridad nacional. Marruecos es un país fronterizo y tiene aspiraciones sobre tres territorios que están bajo la administración de España: Ceuta, Melilla y el Sáhara Occidental. Las últimas declaraciones del primer ministro marroquí, Saadeddine El Othmani, en las que volvió a reclamar la soberanía sobre las dos ciudades autónomas, además de reiterar, en contra de lo afirmado por la ONU, la aspiración de que el Sáhara Occidental es un territorio que pertenece a Marruecos, fueron un desafío contra España, por más que desde el Ministerio de Exteriores se pretendiera rebajar la tensión con una llamada a la embajadora del reino alauí. Esta es la consecuencia de la política de «paños calientes» que España aplica con Marruecos, el sometimiento absoluto de un país de la Unión Europea al chantaje de un Estado dictatorial.
La realidad es que Marruecos ya está en guerra contra nuestro país y no hay peor ciego que el que no quiere ver. Poco a poco el reino alauí se va armando con arsenal, en muchos casos, mucho más moderno que el que tienen las Fuerzas Armadas españolas. Además, el régimen marroquí ya está aplicando una estrategia de guerra oculta con su intento de asfixiar la economía tanto de Ceuta como de Melilla, algo que el régimen de Rabat ha acentuado aprovechando los cierres de fronteras causados por la pandemia.
El peligro no se centra sólo en las reclamaciones por territorios españoles como las dos ciudades autónomas y el Sáhara Occidental, sino que hace un año Marruecos comenzó a expandir sus aguas territoriales hacia las islas Canarias, lo que, evidentemente, no es más que la certificación de que el concepto del «Gran Marruecos» está siendo barajado por Mohamed VI.
Desde hace décadas, Rabat sabe que España no va a ceder Ceuta y Melilla y que el derecho internacional está en su contra respecto al Sáhara Occidental. Por esta razón lleva armándose gracias al aprovechamiento de los arsenales de sus aliados, Estados Unidos e Israel.
Recientemente, Marruecos ha adquirido una serie de aviones espía de última tecnología, equipados por, casualmente, Israel, y que están destinados a la guerra electrónica. Los aparatos están preparados para recopilar y analizar datos de otros sistemas de defensa, lo que permitirá a Marruecos obtener información sobre los sistemas defensivos españoles.
Este es el verdadero peligro, que la guerra encubierta o silenciosa pase a una confrontación bélica abierta en la que España se podría encontrar en clara inferioridad. Por un lado, la alianza con el régimen hebreo le da acceso a Marruecos al arsenal israelí, uno de los más avanzados del mundo que dispone, además, de armamento nuclear. ¿Ha accedido ya el reino alauí a un arma nuclear? Es muy posible.
Por otro lado, hay que recordar que Israel, el nuevo mejor amigo de Marruecos, ha considerado siempre que las armas hay que utilizarlas contra los enemigos, sobre todo contra Irán. Hace un año, el ministro de Exteriores israelí afirmó que la amenaza militar era el único modo de frenar a Irán. Por otro lado, el periodista israelí Richard Silberstein indicó que «una fuente israelí, confidencial altamente informada me dijo que Israel causó la explosión masiva en el puerto de Beirut», deflagración que causó más de 100 muertos y miles de heridos, además de destruir totalmente el puerto de la capital libanesa y una parte importante de la ciudad. En relación con el ataque al puerto beirutí, el analista Thierry Meyssan afirmó que Israel autorizó que el ataque se realizara con un arma nueva que ya había sido probada en Siria. Esta nueva arma es un alto secreto y, por las características vistas en las explosiones en suelo sirio y libanés, se cree que pudiera tener componentes nucleares y cuya explosión provoca el «hongo» propio de las deflagraciones nucleares.
Mientras España y la Unión Europea se someten al chantaje marroquí con la inmigración y no paran de hacer millonarios regalos al régimen de Mohamed VI, para Rabat nuestro país no es un aliado sino el enemigo histórico.
Por esta razón, España está obligada a reaccionar, con o sin apoyo de la OTAN o de la Unión Europea. Las provocaciones marroquíes están poniendo en serio peligro a la ciudadanía española y la nueva alianza con Israel, un país sin escrúpulos, reforzará la capacidad armamentística de Rabat.
