Las compañías constructoras son las más morosas y pagan en 270 días, pero en general las cotizada elevan un 6% el plazo de pago a sus proveedores. La PMcM exige la implantación urgente de un régimen sancionador.
La crisis económica que ha provocado la pandemia y las restricciones para frenar los contagios están siendo la espada de Damocles para cientos de miles de pequeñas empresas que han visto como caen estrepitosamente las ventas y los ingresos por el desplome del consumo. También es un fenómeno que afecta a las grandes compañías, aunque estas en muchas ocasiones logran desplazar su falta de liquidez hacia las compañías colaboradoras, más pequeñas, estirando el periodo de pago a proveedores más allá del periodo estipulado por ley. Este es el caso de las compañías del Ibex que en nuestro país resultan ser las más morosas, llegando a triplicar este plazo de pago hasta alcanzar los 183 días.
En este sentido, el problema para las pymes y autónomos subcontratados por estas grandes compañías es doble: por un lado está el impacto en su actividad y sus negocios de la propia crisis económica, y por otro lado está la morosidad de las grandes empresas que retrasan el pago de sus deudas más allá del plazo estipulado por ley (60 días para empresas del sector privado y 30 días para las empresas públicas). Solo esta morosidad, calcula la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, está restando 56.844 millones de euros de liquidez para las pymes, en concepto de pagos que estas grandes firmas ya habrían tenido que realizar.
Así, los balances de la CNMV ponen de manifiesto que en el primer semestre de 2020 la morosidad de las compañías del selectivo alcanzó los 56.488 millones de euros; se apreció un incremento del 6% en el plazo medio de pago de las empresas no financieras del Ibex, aumentando en 10 días el tiempo de liquidaciones respecto al mismo periodo de 2019, pasando de 173 a 183. También se registró un empeoramiento (10%) en el plazo medio de cobro de las empresas no financieras del Ibex.
Los principales sectores de actividad de las compañías cotizadas (Ibex y el resto del mercado continuo) presentan un empeoramiento general en los plazos medios de pago, continuando sus tiempos de liquidación fuera de los límites que marca la ley. En el primer semestre de 2020, el plazo medio de pago de las sociedades cotizadas no financieras fue de 193 días, lo que supone un incremento del 5% sobre el plazo de 2019, que fue de 183. El sector que más aumentó su tiempo de liquidación fue Energía, con un 18%, seguido de Industria con 15%, mientras que disminuyó en Construcción e Inmobiliario un -5%, y en el sector Comercio y Servicios un -13%.
Las constructoras, las más morosas
Los datos analizados revelan que el sector Construcción e Inmobiliario es el que registra una mayor demora en la liquidación de sus facturas. Sus plazos medios de pago llegaron a los 270 días en el primer semestre de 2020 (y en el mismo periodo del año anterior a 283). Al sector Construcción e Inmobiliario le sigue el de Comercio y Servicios, con 261 días (40 menos que en 2019); Industria, con 195 (25 días más que en el mismo periodo del año anterior); y Energía, con 109 (17 días más).
Estas cifras de pago a proveedores contrastan con las correspondientes a los cobros que estas mismas empresas realizan a sus respectivos clientes. En el caso de las empresas no financieras del Ibex, se sitúan en 64 días, un 10% mayor si se comparan con los plazos de cobro del mismo periodo de 2019 (58 días).
Por sectores de las empresas cotizadas (selectivo y el resto del mercado continuo), Construcción e Inmobiliario repite como ámbito económico que presenta unos periodos de cobro más largos. En el primer semestre de 2020, las empresas de este ámbito cobraron sus facturas en 106 días, 6 más que en 2019 (6%). El plazo medio de cobro de las compañías del sector Industria del Ibex alcanzó los 63 días, seguido de Energía (61 días) y Comercio y Servicios (56 días).
Crece el aprovisionamiento
En líneas generales, las conclusiones de la PMcM sobre los datos de la CNMV apuntan a un considerable aumento del efectivo y activos líquidos equivalentes en las empresas del Ibex (un 25% de media, con sectores como el de Energía y el de Comercio donde se eleva al 40%).
Respecto a los flujos de efectivo de explotación, estos se han reducido en un -46% de media. “El incremento de caja se ha logrado reduciendo la inversión e incrementando la financiación”, aclara el presidente de la PMcM, Antoni Cañete. En su opinión, “no es tolerable que acumulen el líquido en vez de destinarlo a pagar en plazo a sus proveedores. Algunas de estas grandes compañías se financian, en cierta manera, a costa de sus propios proveedores, en su mayoría pymes y autónomos, vulnerando la ley a través del uso de su posición de dominio”.
Las empresas del Ibex 35 pagan sus facturas en 183 días y las cobran en 64
Antoni Cañete, presidente de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMCM), organismo que representa a un millón de empresas que emplean a 4,5 millones de asalariados y autónomos, quiere evitar otro desastre como el de 2012. “En la anterior crisis, medio millón de empresas tuvieron que cerrar por la dificultad para cobrar sus facturas en plazo”, recalca. En esta preocupación se enmarca el nuevo informe de plazos de pago de la PMCM, que muestra como las empresas que cotizan en el Ibex 35 acumulan 56.488 millones en facturas impagadas a pymes y autónomos por el retraso en el cobro de las facturas.
“El incremento de caja se ha logrado reduciendo la inversión e incrementando la financiación”, aclara Cañete, que considera que no es tolerable “que acumulen el líquido en vez de destinarlo a pagar en plazo a sus proveedores. En su opinión, algunas de estas grandes compañías se financian, en cierta manera, “a costa de sus propios proveedores, en su mayoría pymes y autónomos, vulnerando la ley a través del uso de su posición de dominio”.
Régimen sancionador
De este modo, según la PMcM, ante esta cifra y en la era post-Covid, hay que implantar ya un régimen sancionador que multe a las empresas morosas para evitar que se rompa la cadena de pagos, se inyecte liquidez al sistema, mejore la competitividad y productividad de las empresas y se reduzca la necesidad de endeudamiento financiero de muchas pymes y autónomos, en un contexto marcado por la Covid-19 que ha golpeado duramente a las pequeñas y medianas empresas y a los trabajadores autónomos. Según el presidente de la PMcM, Antoni Cañete, medio millón de empresas están en riesgo de quiebra principalmente por el retraso en los pagos. Por ello, ha solicitado a los grupos políticos “responsabilidad” para que en el trámite de enmiendas (que finaliza el 3 de febrero) se tomen las ya pactadas durante la negociación de la Ley presentada por Ciudadanos, y se agilice así la instauración del régimen sancionador.