El mercado de turismos nuevos en España cayó en 2020 por encima del 30%, más del doble de lo que lo hizo el de usados.
Ha sido uno de los ejercicios más atípicos de la última década, un 2020 marcado por la pandemia del coronavirus que ha trastocado el mercado del automóvil en España, como también lo ha hecho en Europa, aunque en nuestro caso de una manera especialmente acuciante. De hecho, España ha sido el tercer país europeo con mayor caída de las matriculaciones con un 32,3%, frente a la media europea del 23,7%, sólo superado por Croacia y Bulgaria, siendo por tanto de los principales mercados europeos el que mayor retroceso sufrió.
Un descenso de ventas que también se ha visto en el mercado de segunda mano, en el que las operaciones cerraron el ejercicio 2020 con un descenso del 12,8%, hasta situarse en 1.963.053 unidades, lo que supone que el año pasado por cada coche nuevo se comercializaron 2,3 usados, según datos de Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam). Los datos de la patronal de la distribución muestran que fueron los modelos de entre tres y cinco años -los procedentes de flotas de renting en su mayoría- los únicos que terminan el año en positivo, al registrar una subida del 4,5% a cierre de año, convirtiéndose en la opción de los compradores que, en tiempos de incertidumbre económica, decidieron no invertir en un modelo nuevo.
Así, siguiendo con el análisis por tramos de edad, los que menor caída registraron en 2020 fueron los de más de 15 años que, con el 34,3% de las ventas, cerraron el año con un descenso de apenas el 4,4%, al alzarse como la solución de movilidad por excelencia ante el miedo al contagio en el transporte público. Una leve caída que, aun así, llevó a que los españoles compraran el año pasado casi 700.000 coches con más de 15 años, casi tantos como turismos nuevos se matricularon en todo el ejercicio, que cerró finalmente en poco más de 850.000 unidades. Le siguieron los vehículos de entre uno y tres años, que acaban el ejercicio con un descenso del 5,6%, mientras que los modelos de entre cinco y ocho años cayeron un 7,6%.
Con desplomes de dos dígitos, se situaron los modelos de menos de un año, que cayeron un 25,7% a cierre de año, como consecuencia de que, con la caída del turismo, las empresas de rent a car no renovaron flota y, por tanto, dejaron un gran vacío en la oferta de seminuevos. Los usados de entre diez y 15 años cayeron un 24,4% en 2020; mientras que los de entre ocho y diez años se desplomaron un 27,6%.
El diésel, en cabeza
Si en el mercado de coches nuevos los modelos de gasolina ocupan ya las ventas más relevantes, seis de cada diez usados vendidos en 2020 fueron diésel. Los datos de Ganvam muestran que, aunque las ventas de usados diésel cayeron un 16,1% en 2020, siguen representando más de seis de cada diez operaciones. Los de gasolina, por su parte, acabaron el año con un descenso del 9,8%, lo que supone 748.743 unidades vendidas, un 38,1% del mercado. Los eléctricos -aunque apenas suponen el 0,2% del mercado- ya van haciendo su aparición en el mercado de usados como consecuencia, principalmente, de la renovación de las flotas de carsharing. De esta forma, registraron en 2020 un total de 4.527 operaciones, lo que supone un aumento del 52,8%. Baleares fue donde más cayeron las ventas de ocasión.
En un análisis por comunidades autónomas, los datos muestran que Baleares fue la comunidad donde más cayeron las ventas de usados en 2020, con un descenso del 25%, seguida de Comunidad Valenciana (-14,7%), La Rioja (-14,5%), Andalucía (-14,1%) y Castilla y León (-14,1%).
Tras ellas, se situaron Canarias (-13,7%), País Vasco (-13,4%), Murcia (-12,8%), Cantabria (-12,6%), Extremadura (-12,5%), Aragón (-12,4%), Galicia y Castilla-La Mancha (-11,5%). Los menores descensos se registraron en Asturias (-10,5%), seguida de Navarra, Cataluña y la Comunidad de Madrid, que cerraron el año con una caída del 10,4% cada una.