El año 2020 será recordado como el ejercicio en el que la crisis del coronavirus arrasó el motor de la economía española: el sector servicios.
Las restricciones impuestas por los distintos gobiernos ante el aumento de casos positivos por covid-19 y la falta de confianza del consumidor por la propagación de la pandemia han llevado a esta rama de actividad a registrar una destrucción de empleo de más de 940.000 empleos, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De este modo, España cerró con 15,9 millones de ocupados en el sector privado y 3.379.100 trabajadores en el sector público, tras más de seis años de crecimiento. No obstante, el desempleo afecta de forma desigual por sectores en función del impacto de la pandemia como ya ha advertido en numerosas ocasiones el Banco de España -organismo presidido por Pablo Hernández de Cos-.
El sector que más notó los efectos de la pandemia en el mercado laboral fue la hostelería, que perdió un total de 662.000 empleos en 2020, golpeada de lleno por los efectos derivados de la crisis del coronavirus con la desaparición de los buenos datos de la temporada estival o la campaña de Navidad del mes de diciembre -el balón de oxígeno al que se agarraba al sector y que se desinfló por la imposición de nuevas restricciones a la economía-.
En concreto, la hostelería cerró 2020 con 2.339.600 ocupados, lejos de los datos registrados en 2019 cuando el sector lideró la ocupación con hasta 3.001.900 trabajadores. No obstante, no se ha registrado un desplome aún mayor por la protección de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
Ante este escenario, piden al Gobierno de Pedro Sánchez la ampliación de los ERTE durante el 2021, ya que el retraso de la campaña de vacunación en Europa y la imposición de nuevas medidas restrictivas ha hecho que el sector retrase su recuperación al año 2022.
El sector registró una caída del 59,7% en la facturación en 2020 respecto al mismo periodo del año anterior y en diciembre se contabilizaron 248.000 trabajadores menos que en 2019. Una situación que refleja como la hostelería no ha conseguido coger impulso ni en la recta final del año con la ayuda de la campaña de Navidad.
Adiós a más de 270.000 puestos de trabajo
Seguido de la hostelería se encuentra el comercio, otra de las ramas de actividad del sector servicios que se ha visto gravemente afectado por la pandemia. Un escenario que ha provocado que esta rama de actividad registre la pérdida de 270.000 empleos, según la EPA.
El sector ha avisado de que esta sangría no se frenará en 2021, ya que se prevén una avalancha de cierres y despidos con el fin de la protección del empleo durante los seis meses después al fin del ERTE. Ante este escenario, piden acelerar el proceso de vacunación para agilizar la recuperación de la economía y ayudas directas para evitar una avalancha de cierres en el mes de marzo -tras el fin de la moratoria de presentación de concursos de acreedores-.
Un desplome de la ocupación al que también se ha sumado el turismo. Según la EPA, los servicios de alojamiento han registrado una pérdida de 140.700 empleos al cierre del año por el desplome de la actividad turística en España. ¿El motivo? Una caída histórica de las pernoctaciones hoteleras del 73%.
Las propinas de Sánchez
Ante este escenario, el sector en bloque ha solicitado un plan de medidas de apoyo contundente con ayudas directas para todas las ramas de actividad del sector servicios, ya que el conjunto de las ayudas directas a la hostelería y comercio aprobadas por el Gobierno, el pasado 22 de diciembre, no llega a los 740 millones de euros, lejos del resto de Europa.
Aunque el Gobierno sí ha aprobado medidas de ayuda a empresas en forma de prórroga de los ERTE o aplazamiento de pago de alquileres, la cifra de 740 millones de euros corresponde a la suma de las ayudas aprobadas por 13 comunidades autónomas, ya que Sánchez se negó en rotundo a conceder medidas de apoyo directas al sector y paso la pelota a otro.
El siguiente país que menos ha invertido en ayudas directas al sector ha sido Rumanía, que ha destinado 2.000 millones de euros y cuyo sector representa 6,5% de su Producto Interior Bruto (PIB), frente al 12,5% de España. El tercer país por la cola es Italia, con 5.000 millones de euros y cuyo sector turístico no llega al 6%. Sin embargo, otros países como Alemania, Países Bajos o Dinamarca superan los 10.000 millones de euros cada uno en estos últimos tres meses.