Una profesora de un grupo de niños que estaba en el lugar de los hechos, les decía a sus alumnos: “Es muy peligroso lo que está ocurriendo. Vamos hacia aquí. Por favor, no nos quedemos juntitos por causa del coronavirus. Y tampoco de
La preocupación por el coronavirus tuvo que mezclarse por el temor a ser herido por una bala perdida. Muchos de los pequeños se tapaban los oídos, mientras que la docente trataba de que no se juntaran muchos, debido a los protocolos de la pandemia. “Desgraciadamente, tenemos que estar en estas condiciones, sentados en el pasillo de la escuela, teniendo que mantener la distancia y, al mismo tiempo, protegiéndonos de los tiros, que son constantes todas las tardes aquí”, sostuvo la profesora.
El activista social, Rene Silva, compartió el dramático momento en su cuenta personal de Twitter.
Los profesionales de educación infantil están tan bien adoctrinados por el estado, que ni en caso de grave peligro para la vida de los niños se olvidan de las consignas que les dictan desde el ministerio. Afortunadamente, no hubo víctimas dentro del centro, pero cabe preguntarse cuál habría sido la decisión de la profesora si hubiera tenido que elegir entre los protocolos de la presunta pandemia y la vida de los alumnos que tenía a su cargo.
El hecho sucedió el pasado 19 de marzo, según autoridades brasileñas, era una disputa entre dos grupos criminales de la Zona Oeste de Río de Janeiro. Según el diario O’ Globo, al hablar con las autoridades, constataron que el hecho no dejó fallecidos ni personas heridas.