Mientras las tasas de desempleo no paran de crecer -alcanzando los seis millones de desempleados-, el salario medio español sigue bajando y registra la mayor caída interanual en medio siglo, con un desplome del 3,1%, hasta situarse en 1.641 euros mensuales.
La tendencia al alza del salario medio del conjunto de España que se había iniciado en la segunda mitad de 2017 llegó a su fin con la pandemia y con los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), pues los 899.383 trabajadores incluidos en ellos no cobran la totalidad del salario, sino un 70% de la base reguladora.
La Comunidad de Madrid se mantiene en primera posición, con una remuneración media de 1.964 euros mensuales (-1,3% interanual), seguida una vez más por el País Vasco, con un salario medio de 1.954 euros por mes (-1,5%). Les sigue Navarra, que tras un recorte de un 0,7%, deja su remuneración media en 1.837 euros al mes.
Así, la remuneración media española acumula tres trimestres consecutivos con descensos interanuales, registrándose bajadas en todas las comunidades autónomas, salvo en Murcia, donde ha aumentado un 1%. Descontando la inflación, Adecco cifra en un 1,4% la pérdida de poder adquisitivo del salario medio al considerar las variaciones acumuladas en los últimos ocho trimestres. Un año atrás, en cambio, ganaba un 0,9%.
La Comunidad de Madrid y Navarra son las regiones que reúnen las mejores condiciones para trabajar en España y desbancan a Baleares y Cataluña, que ocupaban esas posiciones hace un año.
Por su parte, País Vasco mejora nueve peldaños y se sitúa en tercer lugar, mientras que Cataluña, que hace un año estaba en la segunda posición, baja hasta el quinto puesto. La Comunidad Valenciana, por su lado, retrocede de la tercera a la séptima plaza y Baleares se hunde a la decimocuarta posición después de liderar el ránking el año pasado.
En las dos posiciones más bajas no hay cambios: Canarias permanece en el último puesto, escoltada una vez más por Castilla-La Mancha. Tercera por la cola se coloca Extremadura, que desciende cinco peldaños en comparación con el último trimestre de 2019.
Según este informe, las distintas restricciones a la actividad económica para enfrentar la pandemia del coronavirus han hecho que continúe la caída de la siniestralidad laboral, que se había iniciado con el confinamiento domiciliario de marzo y abril.
«Las restricciones al normal desarrollo de la actividad económica han provocado una fuerte caída en la cantidad de accidentes de trabajo, así como en el número de huelgas», sostiene el Monitor.
Menos parados de larga duración
Mientras, el número total de parados ha aumentado hasta los 3,72 millones, el mayor número en tres años y 527.900 más que un año antes. El número de parados de muy larga duración -al menos dos años buscando empleo- se situó en 885.400 personas al finalizar 2020, el tercer menor registro en una década, 68.600 menos que al final de 2019.
Considerando la media de los últimos cuatro trimestres, los parados de larga duración equivalen al 24% del total de desempleados, proporción 6,5 puntos inferior a la de un año antes y la menor desde septiembre de 2011.
«Todo el incremento del paro ocurre entre aquellos de corta duración», afirma el informe, donde se señala que casi siete de cada diez desempleados están cobrando prestación por desempleo, un 1,3% más en tasa interanual.