La economía española es la única de la zona euros que sigue destruyendo empleo en febrero por los efectos derivados de la crisis del coronavirus.
Según IHS Markit, la actividad del sector privado de la zona euro se deterioró en febrero por cuarto mes consecutivo, aunque a menor ritmo que en meses anteriores, según el índice compuesto de gerentes de compras (PMI), que se situó en 48,8 puntos desde los 47,8 de enero, lastrado por la contracción del sector servicios, lo que sugiere que la economía del bloque podría enfrentarse a una doble recesión.
El índice PMI del sector servicios se situó en febrero en 45,7 puntos, frente a los 45,4 de enero, por debajo del umbral de 50 puntos que separa la contracción de la expansión, mientras que el dato manufacturero subió a 57,9 enteros desde los 54,8 del mes anterior.
«Puesto que la actividad total ha registrado una contracción por cuarto mes consecutivo, la economía de la zona euro está en camino de señalar una recesión de doble caída» ,indicó Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, señalando que la ralentización en el ritmo de declive subraya que la última desaceleración parece ser «mucho menos severa que la de la fase inicial de la pandemia del año pasado debido a la relajación de las restricciones impuestas por los distintos gobiernos para hacer frente al aumento de los contagios por Covid-19».
Además de esta divergencia entre sectores, también se observaron diferencias entre países, ya que Italia y Alemania fueron los únicos que registraron un crecimiento modesto de la actividad total en febrero, gracias a que los contundentes resultados del sector manufacturero compensaron con creces la persistente debilidad del sector servicios, mientras que en el resto de economías analizadas se observaron declives en general, incluida España (45,1).
España, la excepción en el empleo
Con respecto al empleo, hubo algunas noticias positivas, ya que se registró un aumento neto por primera vez en doce meses y este incremento fue generalizado en toda la región, a excepción de España, donde volvió a destruirse empleo. Por contra, entre los otros países analizados (Alemania, Irlanda, Francia e Italia), Francia experimentó el incremento más fuerte de la dotación de personal.
Por otro lado, impulsados por el rápido aumento de los costes en el sector manufacturero, los gastos operativos del sector privado en general aumentaron fuertemente en febrero. En respuesta al aumento de los costes, los precios cobrados aumentaron ligeramente por primera vez desde febrero del año pasado, aunque la tasa de inflación fue marginal.
«Cada vez está más claro que será necesario implementar muchas medidas para combatir el virus durante algún tiempo, en parte debido a la lentitud en las campañas de vacunación. Esto podría extender el lastre económico por la pandemia hasta la segunda mitad del año y moderar el ritmo de recuperación», advirtió Williamson. A este respecto, el economista jefe de IHS Markit se plantea hasta qué punto estas medidas de contención limitarán la oferta de productos y servicios en un momento de recuperación de la demanda, ya que esto a su vez determinará el poder de fijación de precios en los próximos meses y afectará a la evolución de la inflación.