Rabat y Berlín libran un enfrentamiento diplomático a raíz de que la contrainteligencia germana descubriera planes sensibles de Marruecos en Alemania.
La contrainteligencia alemana obtuvo “información secreta y sensible” en Marruecos sobre planes que organizaba Rabat para actuar en el país europeo, según explican a EL ESPAÑOL miembros de la inteligencia extranjera. La intención era convertirse en un aliado de Alemania en la lucha contra el crimen organizado. A cambio, pretendía que Berlín reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Marruecos buscaba establecer un esquema de cooperación bilateral en Centroeuropa similar al que mantiene con sus grandes aliados en el continente, España y Francia; a quienes informa de temas relacionados con el terrorismo, y con quienes pacta el control también del narcotráfico y la migración.
Además, la postura firme de Alemania con el derecho internacional contagiaba la decisión del resto de países europeos a la hora de posicionarse respecto al conflicto del Sáhara Occidental, según informaron desde París a Rabat.
Los planes marroquíes al descubierto han desencadenado una crisis diplomática entre ambos países, según se desprende de la orden del ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, dirigida a su gobierno para congelar las relaciones con el personal de la embajada y las instituciones alemanas en Marruecos.
Suspensión de visados Schengen
El comunicado sorprendió en Berlín que, de momento, ha decidido suspender la concesión de visados Schengen a Marruecos. De hecho, un día después de que se filtrará el documento en la prensa, el ejecutivo llamó a consulta urgente a la embajadora de Marruecos en la capital germana, Zohour Alaoui, “para aclarar los hechos” en una entrevista con el secretario de Estado.
Por su parte, en Rabat no hay una versión oficial sobre los motivos de esta crisis, más allá de lo que recoge el comunicado de Exteriores, que alude a “malentendidos profundos sobre cuestiones fundamentales”.
Mientras la prensa nacional ha centrado el conflicto en varios focos: la no invitación de Marruecos por parte de la canciller Angela Merkel a la cumbre de Libia celebrada en Berlín en enero de 2020; una bandera de la República Árabe Saharaui (RASD), que ondeó en la fachada de un edificio público en la ciudad de Bremen con motivo del 45 aniversario de la fundación del Frente Polisario, y también se baraja el posicionamiento de Alemania en contra del decreto presidencial de Donald Trump que reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental el pasado 10 de diciembre.
Sin embargo, el digital Yabiladi, el primer medio de comunicación en anunciar la crisis y filtrar el documento de Exteriores, ya aludía a “espionaje”. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, los agentes de la contrainteligencia alemana fueron descubiertos por una persona de la embajada en Rabat, que advirtió sobre sus gestiones hace un par de semanas.
Personal de origen rifeño
Precisamente, los servicios de inteligencia de los gobiernos de Alemania (MAD) y Holanda (MIVD) ficharon recientemente a personal de origen rifeño como jefes de la división de terrorismo y contrainteligencia para la región del Magreb.
Instalados en fundaciones y asociaciones en el norte de Marruecos, detectaron planes sensibles que los servicios marroquíes tenían intención de realizar en Alemania con el propósito de convertirse en un referente de información en crimen organizado. Y, de esta manera, crear unos lazos de cooperación similares a los que mantiene actualmente con España, Francia y Estados Unidos, a quienes proporciona información de terrorismo, narcotráfico y migración.
De hecho, la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ), dependiente de la Dirección General de Vigilancia del Territorio Nacional (DGST), se presenta como un referente internacional en el desmantelamiento de células terroristas, incluso en el control de los ‘lobos solitarios’ que captan nuevos miembros fundamentalmente en las redes sociales.
Desde 2002, el país vecino ha conseguido desmantelar un total de 2.009 células terroristas, la detención de 3.535 personas y el fracaso de más de 500 proyectos de ataque, según datos oficiales.
Así lo recordó el comisario de división de la sección antiterrorista de la BCIJ, Mohamed Nifaoui, en la conferencia internacional ‘La lucha contra el extremismo violento’ celebrada en Rabat el pasado mes de febrero: “Marruecos ha contribuido al fracaso de varios planes terroristas en el extranjero mediante la coordinación, la cooperación común, y el intercambio de información y conocimientos especializados”.
De momento, hay un punto muerto burocrático en Rabat y Berlín, que será seguido de discusiones más profundas que son las que pueden derivar en una ruptura a otros niveles. En principio, la crisis no afectará a las relaciones comerciales entre ambos países porque Alemania es un aliado estratégico de Marruecos con acuerdos en el sector de las energías renovables, precisamente en el Sáhara Occidental. Allí cuenta además con dos bancos nacionales. También tiene empresas en el norte del país. De hecho, una compañía alemana instalada en Ketama explota el cannabis para la confección de artesanía con cáñamo.
Consultadas fuentes de Interior sobre el posible contraespionaje de los alemanes, pretenden enmarcarlo ante El ESPAÑOL como espionaje económico. Precisamente, los proyectos empresariales comunes podrían conseguir un acercamiento o una reconciliación de los países en unas semanas. Bien distinto es el sentir de personas cercanas a la inteligencia, que aseguran que “Marruecos ha medido mal las consecuencias y Alemania se va a mostrar inflexible”.