Las aportaciones medias de los antiguos asalariados a la Seguridad Social han sido de unos 500 euros al mes o 250.000 euros de promedio a lo largo de su vida laboral. Pero están recibiendo de promedio 500.000 euros durante 22 años.
El aumento de la esperanza de vida es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el sistema de pensiones de reparto, ya que obligará a pagar las prestaciones durante más tiempo y serán necesarias más cotizaciones y alargar la vida laboral, en un contexto de baja natalidad, en el que empleo no crece al ritmo de las jubilaciones y en el que un aluvión de ‘baby boomers’, con elevadas pensiones, se retirará a corto plazo.
A pesar de que la pandemia del coronavirus ha tenido un impacto negativo en la esperanza de vida de los españoles, se mantiene de media cercana a los 83 años en 2020. En el año de la Covid ha caído en diez meses entre las mujeres, hasta los 85,44 años, y en 11 meses entre los hombres, 80,01 años. Esto supone que de media los pensionistas cobrarán su prestación, teniendo en cuenta que el retiro mayoritario se produce a los 65 años, unos 18 años de media, 2o en el caso de las mujeres y apenas 15 entre los hombres. ¿Pero cuánto cotizamos para recibir nuestra pensión durante ese tiempo?
Los datos facilitados por la Dirección General de la Tesorería Nacional de la Seguridad Social a la Información muestran que de los 5.250.000 jubilados que hay en el sistema -excluyendo las jubilaciones procedentes de incapacidad-, el 60,9% de ellos, casi 3,2 millones, han cotizado más de 35 años y un 16,1% -521.471- lo han hecho durante más de 45 años.
Cuánto cotizamos y cuánto recibimos
La pensión media bruta es de 1.541,67 euros, que se abona en 14 pagas, mientras la base de cotización media de los españoles se sitúa en 22.900 euros anuales, que dividido en 14 nóminas, son 1.637 euros. De esta cantidad, el 28,3% es lo que se paga a la Seguridad Social, es decir 14 abonos de 462 euros.
Un jubilado, con una base de cotización media constante durante 40 años, aportaría 258.720 euros al sistema, pero una pensión media durante 18 años supondría 381.696 euros, 123.000 euros más. Esto implica que ni siquiera las largas carreras de salarios medios y bajos son suficientes para afrontar las pensiones. Las aportaciones realizadas a la Seguridad Social durante toda la vida laboral apenas sirven para pagar siete de cada diez euros de nuestra futura pensión.
La tabla facilitada por la Seguridad Social también muestra que cuatro de cada diez jubilados actuales se retiraron anticipadamente, un total de 2.100.000, mientras que el resto lo hizo después de los 65 años, aunque curiosamente hay un mayor porcentaje de carreras largas entre los que se jubilaron antes de la edad legal. Un total de 1.681.353 jubilados tiene más de 80 años y suponen uno de cada cuatro del total.
Asjubi40
Un buen número de plataformas, entre las que destaca Asjubi40, reclaman al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones la posibilidad de poder jubilarse anticipadamente, sin penalizaciones, en el caso de carreras largas de cotización, a partir de 40 años.
Asjubi40, junto a la Unión General de Trabajadores (UGT), con el respaldo de Unidas Podemos, reclaman la eliminación de los coeficientes reductores para todos los trabajadores que acrediten 40 años o más de cotización, tanto para las nuevas jubilaciones, como para las personas ya jubiladas anticipadamente con anterioridad, a las que piden restituir su pensión original al 100% a partir del momento del cambio legislativo.
“No contemplamos la retroactividad económica desde el día de la jubilación, sino recuperar la base reguladora íntegra sin coeficientes reductores, para todos los jubilados afectados por dichos coeficientes reductores”, aseguran.
No es tan fácil
El régimen de pensiones contributivas de la Seguridad Social es un sistema de reparto y solidario entre generaciones que se basa en el aporte voluntario durante toda la carrera laboral para constituir un fondo, no solo para recibir en un futuro nuestra pensión, también para que se puedan atender de manera generalizada a los trabajadores jubilados que cotizaron menos, para que reciban una prestación justa, independientemente dónde residan.
Por eso existe un límite máximo en la pensión, pese a que la cotización de muchos trabajadores podría dar para jubilaciones mucho más cuantiosas. La mayoría de estos prefieren retirarse más tarde, porque su pensión sería considerablemente inferior a su sueldo. La proporción de afiliados a la Seguridad Social con respecto a los pensionistas es cada vez es menor. Solo tres comunidades autónomas podrían ‘sobrevivir’ sin caja única de las pensiones.
“En breve viviremos jubilaciones de más de 25 años, pues hacia mediados de siglo la esperanza de vida puede encontrarse cerca de los 90 años”, apunta el blog del BBVA dedicado a pensiones y jubilaciones, lo que hará el sistema inviable incluso con carreras de más de 45 años y con jubilaciones por encima de los 67. Junto a esto, las nuevas pensiones son un 33% más altas que las que se dan de baja.
Mientras, el déficit de la Seguridad Social continúa imparable y el acumulado de los últimos ocho años suma 103.000 millones de euros o lo que es lo mismo 10.650 euros por pensionista, según un reciente estudio de BBVA Research. La cuantía de las nuevas pensiones supera ya en un 35% la de los nuevos salarios, que son inferiores a 900 euros.