La web del Foro Económico Mundial anuncia un próximo simulacro de ciberataque global que devastaría las redes de abastecimiento y que provocaría el «cierre» de Internet o permitiría el robo de datos privados del sistema bancario.
La simulación, que ya se hizo en julio de 2020, está organizada de manera similar al llamado ‘Evento 201’, que antecedió al confinamiento mundial por el coronavirus.
En esta ocasión, los promotores de esta simulación no dejan indiferente a nadie: Banco Santander, Visa, Interpol o la ICANN (la entidad norteamericana que asigna y organiza los nombres de dominio en internet) entre otros.
Cyber Poligon 2021
Cyber Polygon es un evento de ciberseguridad que sirve de entrenamiento a altos ejecutivos de grandes empresas y funcionarios de organizaciones internacionales, Estados y corporaciones, de cara a cómo deben reaccionar ante una situación de pánico tras el ataque a infraestructuras críticas vinculadas al uso de internet: sistemas de finanzas, redes para el cobro de impuestos, cadenas de suministro de productos, etc.
Según su web, el ejercicio de 2021 pretende «desarrollar y probar las habilidades necesarias para proteger nuestras industrias, centrándose en un ataque dirigido a la cadena de suministro«. Se trata de un ejercicio que se retransmite en vivo, y que atrae a millones de espectadores de todo el mundo. En el ejercicio de julio de 2020, el evento tuvo más de 5 millones de espectadores.
El mensaje que pretende transmitir el Foro Económico Mundial es que la seguridad de la cadena de suministro se convertirá en un importante problema de ciberseguridad en 2021, anticipando un caos organizado que los participantes del evento deberán repeler.
Una reestructuración del capital a gran escala
En clave económica, los analistas de este organismo proponen un viejo axioma del sistema capitalista: quien no esté preparado, quedará fuera del mercado. De hecho, la web del Foro incluye un formulario de inscripción al entrenamiento al que podrán acceder «las personas y entidades de relevancia» que serán seleccionadas por la entidad.
El Foro ha estado promoviendo y creando activamente estos escenarios y recientemente ha comenzado a llamar a su modelo como «capitalismo de partes interesadas». Aunque se anuncia como una forma más «inclusiva» de capitalismo, el capitalismo de partes interesadas fusionaría esencialmente los sectores público y privado.
‘Ciberpandemia’ anunciada
Esta próxima ciberpandemia que anuncia el Foro parece estar lanzándonos proféticamente el próximo escenario a la cara, tal como lo fue el ejercicio de la pandemia antes de la aparición de la enfermedad real. Sin embargo, estas advertencias proféticas no provienen solo de este organismo. Por ejemplo, el jefe de la Dirección Cibernética Nacional de Israel, Yigal Unna, advirtió el año pasado que se aproxima un «invierno cibernético» de ataques; “Se acerca y se acerca más rápido de lo que yo sospechaba”.
Unna trabaja en estrecha colaboración con las agencias de inteligencia israelíes, incluida la infame Unidad 8200, que tiene un largo historial de espionaje electrónico dirigido a los Estados Unidos y otros países, y que ha sido responsable de varios ataques devastadores, incluido el virus Stuxnet que dañó gravemente al programa nuclear de Irán.
Además, el mes pasado, el banco central de los Emiratos Árabes Unidos siguió el ejemplo de Cyber Polygon al realizar su primera simulación de ataque cibernético, en coordinación con el sector financiero privado del país. Los medios corporativos, por su parte, comenzaron este año afirmando que «los ciberataques pueden desencadenar la próxima crisis para los bancos» y, a partir del 1 de febrero, que “el próximo ciberataque ya está en marcha”.
Algunos dirán que una «ciberpandemia» es una consecuencia inevitable del rápido desarrollo del mundo de alta tecnología en el que vivimos, pero aun así es justo señalar que 2021 es el año que muchos han estado prediciendo para la destrucción financiera de las grandes instituciones, que conducirá a nuevos sistemas económicos que se reagrupen en torno a esta nueva fase del capitalismo monopolista.
La tormenta perfecta para la banca
Es probable que el colapso inevitable del sistema bancario mundial, resultante de la corrupción y el fraude fuera de lo común que se ha extendido durante décadas, se lleve a cabo mediante un colapso controlado, que permitiría a entidades como las que participaron en el Cyber Polygon eludir la responsabilidad de su saqueo económico y su actividad delictiva.
Esto es especialmente cierto para bancos como el Santander o el Deutsche Bank, participante de este evento, cuyos colapsos también se han debatido abiertamente durante años debido a la extrema corrupción, el fraude y la exposición masiva de ambos al mercado de derivados.
A fines de 2019, meses antes de que comenzara la crisis del COVID-19, el director ejecutivo de Deutsche Bank advirtió que los bancos centrales ya no tenían herramientas que pudieran responder adecuadamente a la próxima «crisis económica». Ciertamente es revelador que sistemas bancarios completamente nuevos, como el monopolio monetario digital que pronto lanzará el banco ruso Sberbank (también participante del Cyber Poligon), comenzaron a desarrollarse justo cuando se comenzó a reconocer públicamente que los medios tradicionales de los bancos centrales para responder a las calamidades económicas ya no eran viables.
España, objetivo viable
En España, el fondo de garantía de depósitos que avala los ahorros de las cuentas corrientes contaba al cierre de 2018 con un patrimonio de 2181 millones de euros, pero acumulaba obligaciones con bancos derivadas de la reestructuración bancaria por 4934 millones de euros, y cuyos beneficiarios eran el BBVA (por la adquisición de Unnim Banc por 1 euro) y el Banco Sabadell por la absorción de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Además, el Fondo ha aportado de las reservas de los ahorristas 31.166 millones de euros en total desde octubre de 2011. Con ellos se han saneado varias entidades financieras; 23.217 millones fueron a parar al Banco CAM; 5.963, a Unnim; 1.030, a Catalunya Banc; 826, a NCG Banco, y 130,8, al Banco Madrid. Es decir, que el sistema español es vulnerable, e insostenible, y un buen hackeo puede ser la salida perfecta.
Un ciberataque masivo, como el simulado en Cyber Polygon 2020, permitiría culpar a los piratas informáticos del colapso económico, señalando a países como Cuba o Rusia, como recientemente se ha hecho con el supuesto hackeo a la web del SEPE.
Además, debido a la naturaleza difícil de investigar los ataques y la capacidad de las agencias de inteligencia para incriminar a otros estados por los ataques que ellos mismos cometieron, se puede culpar a cualquier hombre del saco de su elección, ya sea un «grupo terrorista» (léase CDR’s o el movimiento antifascista) o un país no alineado con el Foro Económico Mundial, como Irán o Corea del Norte. Abran sus apuestas.