El Gobierno de Pedro Sánchez pagó 898 millones de euros en incentivos al rendimiento (bonus de productividad y gratificaciones) al personal de la Administración General del Estado (AGE) el año pasado, marcado por la crisis del coronavirus. Así consta en los datos de cierre de la ejecución presupuestaria del conjunto de las Administraciones Públicas del ejercicio 2020 que presentó el lunes la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.
El Ejecutivo socialcomunista desembolsó 898.457.000 euros por este concepto frente a los 859.616.000 euros del año previo a la pandemia, el de 2019. De este modo, se ha producido un incremento de casi 39 millones de euros, o lo que es lo mismo, de un 4,5%. Aquí se incluyen tanto altos cargos como asesores del Gobierno de PSOE-Podemos, funcionarios, laborales y demás personal.
No obstante, no todos los empleados públicos cobran este complemento de productividad. Solo los elegidos. En la práctica, menos de la mitad de los funcionarios lo perciben y la cifra es aún inferior entre los considerados personal laboral. Los sindicatos se quejan de su carácter subjetivo, de su falta de transparencia y objetivos a conseguir, y de beneficiar a los más altos funcionarios, sobre todo a los próximos a los partidos que gobiernan. Además, esta retribución, que debe fijarse de forma individual, es frecuente que se reparta por igual entre colectivos, unidades y equipos.
En concreto, estos bonus van destinados a premiar el «especial rendimiento, la actividad extraordinaria y el interés o iniciativa con que se desempeñe el trabajo», según establece el Estatuto Básico del Empleado Público. Los criterios que se siguen para estas asignaciones varían en función de los órganos administrativos y suelen concurrir elementos subjetivos. El Ejecutivo no hace públicas las razones por las que otorgan estos premios con cargo al bolsillo de todos los contribuyentes.
Se da la circunstancia de que en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) prorrogados para 2020, el Gobierno de Pedro Sánchez destinó a esta partida un total de 698,6 millones de euros, según consta en dichas cuentas. Es decir, 200 millones menos de los que finalmente se pagaron gracias a modificaciones presupuestarias.
Cabe recordar que en los fallidos Presupuestos Generales del Estado de 2019, los primeros que presentó el Gobierno de Pedro Sánchez y que fueron tumbados por el Congreso, desencadenando el adelanto electoral, Hacienda elevó esta partida de bonus hasta los 1.000 millones de euros, una cifra inédita.
En los actuales Presupuestos, aprobados por las Cortes generales el pasado diciembre, estos incentivos se elevan a 819.803.190 euros, esto es, 78,6 millones menos de que los que pagaron en 2020, año de la pandemia de coronavirus.
5,3 millones para Presidencia
En lo referente al presupuesto de Presidencia del Gobierno, Moncloa ha destinado 5,31 millones de euros a este concepto para el personal que trabaja más de cerca del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez. Se trata de un aumento del 18% (más de 800.000 euros) con respecto a la cantidad reservada (4,49 millones) en los últimos presupuestos, los elaborados para 2018 por el Ejecutivo de Mariano Rajoy y luego prorrogados hasta el pasado diciembre.
Estas cuentas del Gobierno de PSOE-Podemos contemplan una partida de 5.316.890 euros en «incentivos al rendimiento» para aquellos trabajadores públicos adscritos al Programa presupuestario 912M Presidencia del Gobierno. Una cuantía que se subdivide en dos conceptos: 5.175.000 euros para productividad y 141.890 para gratificaciones.