Cualificados, motivados, pero desempleados: a causa de la pandemia, muchos jóvenes europeos no encuentran trabajo.
Jordi Battlo no sabe decir con certeza cuántas solicitudes de trabajo ha enviado a empresas en los últimos meses. Muchas, cientos. “He dejado de contar”, dice el joven barcelonés de 24 años.
Las negativas se han convertido en una triste rutina para el ingeniero comercial. “La falta de respuestas de las empresas me hace sentir que nada de lo que he logrado cuenta”, dice Battlo. Después de finalizar exitosamente su maestría en la Madrid Business School, una universidad especializada en administración de empresas, consiguió un puesto como practicante de corto plazo, para finalmente acabó desempleado.
Menos contrataciones en la pandemia
Battlo es uno de los millones de egresados universitarios europeos que buscan empleo en un mercado laboral abarrotado. Según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), la tasa de desempleo juvenil en la Unión Europea (UE) es del 17 por ciento, más del doble que la tasa general.
En octubre del 2020, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió que una generación entera corre el riesgo de quedarse atrás en el mercado laboral. Durante la pandemia, muchas empresas no solo dejaron de emplear, sino que además aumentaron los despidos.
Giorgia Burns, una joven irlandesa de 23 años, finalizó su maestría en dirección de empresas en el University College de Londres en septiembre del 2020 y se ve enfrentada a la misma realidad que Battlo. “Cuando terminé la carrera pensé: ‘Bueno, cuando tenga mi título encontraré un trabajo’. Pero entonces empezó la pandemia y ahora hago una práctica a tiempo parcial y cobro el salario mínimo”, dice Burns.
Más solicitudes de trabajo
Battlo piensa que los trabajos se han vuelto inaccesibles para muchos egresados de las universidades: “Por cada puesto hay el doble de solicitudes que antes. Hasta para los trabajos de principiantes aplican candidatos con dos o tres años de experiencia”.
Los empleadores confirman este desarrollo. “El número de solicitudes ha aumentado de manera masiva”, dice a DW Oliver Zischek, jefe del departamento de recursos humanos de Deloitte Alemania. En el otoño boreal de 2020, la empresa consultora recibió un 42 por ciento más de postulaciones que el año anterior. Según Zischek, en todas las filiales de Deloitte en Europa se observa una situación similar.
Las dificultades en la búsqueda de empleo afectan el ánimo de los jóvenes. Según un sondeo realizado en el año 2020 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Foro Europeo de la Juventud, un 50 por ciento de los jóvenes en todo el mundo muestra síntomas de ansiedad y depresión.
Una generación desanimada
También a Giorgia Burns le cuesta cada vez más mantener la esperanza. Encuentra consuelo hablando con amigos que se encuentran en situaciones similares. “Realmente ayuda poder intercambiar opiniones con alguien que entienda lo que significa vivir esto”, dice Burns. Expertos estiman que los problemas de esta generación podrían tener consecuencias a largo plazo. “Siempre nos dicen que todo se normalizará. Pero el riesgo de perder a una generación entera no es pasajero”, dice a DW Silja Markkula, presidenta del Foro Europeo de la Juventud, una ONG asentada en Bruselas. Ella teme que en un futuro podría disminuir el salario de los jóvenes, y con él, el optimismo.