Lo describen como una gran sacudida al mundo de la música clásica. Y en realidad supondrá una revolución el hecho de que sea un algoritmo junto a un brazo robótico quien se encargue de dirigir la orquesta de cámara de Ginebra.
Según ha informado el TGD, que afirma haber accedido a información hasta ahora confidencial, después de que finalice el contrato del actual director de la orquesta A. Van Beek, comenzará a dirigirla un robot. Se da paso a una «nueva era» orientada a la inteligencia artificial.
Un robot creado en Noruega
Todo surge del proyecto desarrollado por el Instituto Tecnológico de Bergen (BIT), en Noruega. Se trata de un brazo robótico que puede llegar a medir 2,80 metros, colocado sobre una base circular en la que se encuentra el software y un potente disco duro.
El brazo robótico está provisto de sensores de sonido, y el sistema es capaz de analizar a tiempo real cada nota interpretada por los músicos. Un dispositivo de luz emite señales que permitirán a los ejecutores de la obra poder comprender al «director».
El algoritmo se llama MusicFish 1.4 y ha sido desarrollado en los laboratorios de datos acústicos WitzenSturmLab en Bielefeld, Alemania. Su funcionamiento resulta asombroso, pues se «alimenta» con datos de todo tipo. Tiene en cuenta datos como los gustos del público, los valores dominantes en la orquesta, los puntos débiles, incluso factores medioambientales.