El Banco de España identifica 3.403 pueblos en riesgo de despoblación, marcados por la brecha salarial, la falta de servicios o el efecto tractor de las ciudades.
La amenaza de la despoblación se cierne sobre casi la mitad de las localidades distribuidas por España, colocando al país como uno de los territorios más golpeados por este fenómeno demográfico de toda Europa. El 42% de los municipios está actualmente en riesgo de acabar sin habitantes, lo que supone un porcentaje cuatro veces superior a la tasa de la media de los estados que componen el viejo continente, según el Informe Anual presentado por el Banco de España.
El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos ha puesto cifras a la despoblación y ha tratado de ofrecer respuestas a por qué nuestro país ha sufrido de una manera mucho más agresiva la fuga de los ciudadanos de los pequeños entornos rurales. Un total de 3.403 pueblos sufren actualmente una pérdida de población que les ha dejado con una densidad reducida. En esas zonas habitan cerca de un millón de personas todavía, el 2,3% de los residentes españoles.
El riesgo de despoblación español choca de frente con las bajas tasas protagonizadas por países como Alemania (1%), Italia (4%) o Francia (7%), donde la descompensación es mínima. Para encontrar estados más afectados hay que viajar hasta las zonas escandinavas de Europa, donde Estonia, Finlandia y Letonia superan el umbral del 50% y encabezan los tres primeros puestos del ranking, justo por delante de España.
El resultado de esta despoblación se puede apreciar en el envejecimiento que sufren los pueblos, lo que les conduce paulatinamente a la reducción de sus habitantes. La tasa de dependencia, que mide las diferencias entre la población de más de 64 años y la de menos, es de 0,53 puntos en las zonas rurales. Es decir hay prácticamente una persona en edad de trabajar por cada ciudadano jubilado. Las cifras chocan con la ratio del 0,23 en los entornos urbanos.
Los salarios más altos de las ciudades están detrás de la despoblación
El fenómeno de la despoblación atiende a varias razones, aunque el Banco de España ha fijado especial atención en una de ellas. Los niveles salariales de las grandes urbes son superiores al sueldo que se puede llegar a alcanzar en el entorno rural. “Las economías de aglomeración hacen que empresas y trabajadores sean más productivos en entornos urbanos de mayor tamaño”, esgrime el informe.
Según sus cálculos, un aumento de un 1% en el tamaño de una ciudad está asociado con un incremento del 0,046% en el salario medio, lo que conduce a que las diferencias se vayan haciendo cada vez más grandes entre un pequeño pueblo y un municipio que congregue a millones de habitantes. Eso sí, los habitantes de las ciudades también tienen que soportar algunos costes adicionales en el transporte o en la carga fiscal que merman el coste de la vida en esos lugares.
El resultado de esta diferencia salarial es que los jóvenes acaben abocados a marcharse del entorno rural. Del total de trabajadores que comenzaron a trabajar en una gran ciudad procedentes de un municipio más pequeño, entre 2005 y 2015, el 51% se encontraba en situación de desempleo. Mientras que el 10% tenía un contrato laboral en vigor en su ciudad de origen pero con un nivel de cotización más bajo.
Los pueblos están condenados a la falta de servicios
Los datos del Banco de España demuestran una de las grandes reivindicaciones de las zonas despobladas en los últimos años: el acceso a servicios públicos de calidad. Mientras que un ciudadano de un municipio rural tiene que recorrer 22,59 kilómetros para acceder a los servicios locales más cercanos, en una ciudad la media no supera los 2,15 kilómetros.
Este ejemplo también se puede observar en las dificultades para acceder a una oficina bancaria, que han abierto una brecha entre los pueblos y las ciudades en un momento marcado por el cierre de oficinas de los grandes bancos. El 59% de las localidades de la España vaciada no disponían de su propia sucursal en 2020.
Otra de las diferencias más evidentes se encuentra en el acceso a los servicios digitales. Solo el 20% de los hogares rurales dispone de una banca ancha de internet de 100 megabytes, frente al 83% de los domicilios ubicados en grandes urbes. Esta conexión es mínima para realizar una videoconferencia o para poder teletrabajar desde tu lugar de residencia.
La pérdida de dinamismo de algunas ciudades ha acentuado la despoblación rural
Otro de los factores que ha detectado el Banco de España en el fenómeno de la despoblación es la relación que existe entre los pueblos y las ciudades de sus inmediaciones. La pérdida de influencia de algunas de las urbes de tamaño medio está detrás de la caída de la población en los pequeños municipios de sus proximidades.
“Aquellas regiones con áreas urbanas más desarrolladas presentan también áreas rurales más dinámicas y, por tanto, una menor incidencia de municipios en riesgo de despoblación“, reza el informe. Este punto clave explica por qué algunas provincias con las capitales menos pobladas de España, como Cuenca, Soria o Teruel, han sufrido en los últimos años un impacto tan fuerte de la despoblación.
Precisamente, los presidentes de Aragón, Castilla La Mancha y Castilla y León, tres de las autonomías más afectadas por el éxodo de los pueblos, se han dado cita este jueves en Albarracín (Teruel) para tratar de buscar soluciones a este fenómeno y han reclamado al Gobierno de Pedro Sánchez celebración de una nueva cumbre entre comunidades para dar respuestas a sus ciudadanos.
El Banco de España ya adelanta algunas de las posibilidades de recuperación: la expansión del teletrabajo, la adaptación de la oferta educativa o acabar con la brecha digital son varias de las ideas que aparecen a lo largo del informe.