Aunque los datos de paro se han recuperado tras la debacle laboral que trajo la crisis, el empleo que se ha creado en el país no es de buena calidad.
De hecho ha sido necesario firmar 168 millones de contratos de trabajo desde el año 2009 para que el número total de asalariados en el país aumente solo en un millón de personas.
Así se desprende de los datos del Servicio Público de Empleo Estatal, recogidos por Unión Sindical Obrera (USO), y que van en línea con lo que confirma mes a mes la estadística de afiliación que divulga el Ministerio de Trabajo: el porcentaje de contratos indefinidos no llega al 10% del total de los contratos que se firman en España y, de ellos, más de la mitad son a tiempo parcial.
De esos 168 millones contratos firmados en la última década, solo 15 millones han sido indefinidos (un 9,63% del total). El número de contratos temporales ha ido creciendo anualmente hasta batir récord en el año 2018 con 20 millones, una cifra que USO cree que “podría repetirse e incluso superarse en 2019, ya que en junio estaba próxima a los 10 millones y en los meses de verano este tipo de contratación se incrementa”.
Pese a que el número de contratos ha crecido en 168 millones, el volumen de asalariados solo ha subido un millón: de los 15,62 millones de trabajadores por cuenta ajena que había a cierre del segundo trimestre de 2010 a los 16,68 millones que hay actualmente, a cierre de junio de 2019. De ese millón de trabajadores, la mitad lo son con un contrato temporal.
17 contratos al año
Si se tiene en cuenta que para conseguir en diez años un millón de asalariados han sido necesarios 168 millones de contratos, se puede deducir que de media cada asalariado ha tenido que realizar 16,8 contratos al año.
El problema afecta principalmente al empleo nuevo que se ha creado en los últimos diez años, ya que sobre el total de personas que trabajan por cuenta ajena en el país, un 73,6% lo hace con contrato indefinido.
La contratación temporal se ha convertido en la puerta de entrada al mercado de trabajo
“La situación de incorporación, de inserción en el mundo laboral, se viene realizando de manera generalizada mediante contratos temporales y no responde al principio de causalidad que debería regir la contratación (…) No se puede convertir la contratación temporal en la fórmula de inserción o de vuelta al mercado de trabajo, o en un sucedáneo de los periodos de prueba”, lamentan desde el servicio de estudios de USO.
Contratos de lunes a viernes
Si se utilizan los datos de enero a junio de 2019, un 93% del total de contratos firmados ha sido de tipo temporal y presentan una duración media de 50,2 días, es decir, menos de dos meses. Aunque la media es esa, un 27% de los casos son contratos que duran menos de una semana.
“¿Son estos contratos los que se realizan de lunes a viernes porque la empresa no tiene actividad los sábados y domingos? ¿Dónde queda el descanso semanal? ¿Se está bordeando la legalidad?”, se pregunta USO, que apunta que por esta razón son los viernes y los lunes los días en los que se producen grandes variaciones en la afiliación a la Seguridad Social.
