El general estadounidense R. A. Thomas asegura que el ejército ruso está utilizando activamente su “arma invisible” en Siria y que con ella ha logrado derribar un avión estadounidense AC-130, una información que confirma otra anterior de la agencia militar de noticias rusa Avia.pro.
“En Siria, nos encontramos en el entorno de guerra electrónica más activa del mundo, porque nuestros adversarios son rusos… Nos vigilan todos los días, ahogan constantemente los canales de comunicación y atacan nuestros aviones AC-130”, dijo Thomas.
El Pentágono acusa a los complejos rusos Krasukha-4, Zhitel y Samarkand de ataques regulares contra drones estadounidenses y varios aterrizajes de emergencia de helicópteros militares están relacionados con el impacto directo de estas armas electrónicas.
Durante varios años hubo al menos 12 sistemas de guerra electrónica rusos en Siria y ahora el número de estos sistemas puede resultar mucho mayor. Sin embargo, no había ninguna necesidad real de utilizar estas armas contra Estados Unidos.
Las bases militares rusas en Siria están en alerta permanente frente a posibles ataques. Para contrarrestarlos Rusia ha puesto en marcha sistemas de defensa antiaérea, así como un grupo de vehículos de guerra electrónica.
El periódico electrónico ruso armystandard.ru ha informado sobre los avanzados complejos de armas en Siria. Desde 2018 los yihadistas han lanzado 118 drones contra la base aérea de Hmeimim, el cuartel general de las fuerzas militares rusas en Siria. Sin embargo, los drones nunca han logrado alcanzar los límites de la base gracias a los medios de guerra electrónica.
Los sucesos del 7 de abril de 2017 son otro ejemplo de la eficacia de los vehículos de guerra electrónica. Aquel día, de los 59 misiles de crucero Tomahawk, lanzados desde las fragatas estadounidenses Ross y Porter contra la base aérea siria de Ash-Shairat, 36 se perdieron, lo que significa que se estrellaron en el camino. Ni siquiera lograron alcanzar la base de Ash-Shairat, que era su objetivo.
El ejército sirio encontró al menos dos misiles estadounidenses intactos y los entregó a los rusos. En la base aérea de Hmeimim, los sistemas de navegación y puntería de los misiles, aviones y drones estadounidenses, son víctimas de las “ilusiones electrónicas de radio”.
