Hablamos constantemente de los iPhone o los nuevos Mac, pero lo cierto es que lo que han logrado con los AirPods es un absoluto pelotazo.
De hecho se ha convertido en una parte cada vez más relevante de los ingresos de Apple, pero incluso si lo separáramos de la empresa sus cifras serían alucinantes. Aunque las cifras bailan entre unos analistas y otros, se estima que los ingresos generados con los AirPods son comparables a las de empresas enormes como Uber o NVIDIA.
Cómo se fragua un imperio, parte I: cómprate un fabricante gordo de auriculares
En mayo de 2014 Apple daba la sorpresa: compraba Beats por 3.000 millones de dólares, y se hacía así tanto con su división de auriculares como con su servicio Beats Music, que acabaría convirtiéndose en Apple Music.
Curiosamente a esa operación le precedió otra de la que quizás muchos no os acordéis: Beats había sido comprada por HTC por 300 millones de dólares en 2011, pero aquello fue un visto y no visto, y en septiembre de 2013 acabó liberándose de HTC y sus responsables recompraron su participación hartos de HTC: querían volver a controlarla por completo. Oportunidad perdida por HTC, a la vista de los acontecimientos.
Sea como fuere, aquel movimiento posterior de Apple fue visto por muchos (incluidos nosotros) como especialmente relevante por esa segunda parte: los auriculares estaban bien, pero el menene parecía estar en el servicio de streaming y su capacidad para impulsar una alternativa propia al cada vez más popular Spotify.
Los análisis de nuestros compañeros de Applesfera por ejemplo parecían centrarse en la relevancia del fichaje de Jimmy Iovine o el Dr. Dre mientras otros tenían ideas más peregrinas y afirmaban que esto era importante por la tele, no por la música. El hardware importaba, claro, pero no parecía que fuera para tanto. Y sin embargo lo era. Lo descubrimos mucho después, pero antes hubo otro ingrediente clave de la creación de ese imperio.
Cómo se fragua un imperio, parte II: quita el minijack y haz que todo el mundo quiera unos buenos auriculares inalámbricos
El foco en aquellos primeros meses parecía ciertamente estar dedicado al streaming de audio. Un año después de la adquisición Apple anunciaba Apple Music, el servicio de streaming de música bajo suscripción de Apple que pronto se convirtió en plataforma de referencia para su ecosistema.
Para la mayoría de la gente eso era básicamente todo. Apple quería Beats por esto, estaba claro. El despegue de su servicio de streaming fue todo un éxito, y todo cobraba sentido porque estaba claro que en el streaming estaba el negocio. ¿O no?
No. Al menos, no solo en eso.
Septiembre de 2016. Apple se presenta en el Bill Graham Civic Auditorium de San Francisco y lanza un iPhone 7 que será recordado por muchas cosas, pero sobre todo por una: deshacerse del puerto de auriculares.
Aquello hizo que corrieran (lágrimas y) ríos de tinta. ¿Cómo osaba Apple? Osó, y triunfó. Lo hizo con un combo ganador: al eliminar el puerto de auriculares creó un problema y una necesidad. Justo después anunció la creación de una solución: los AirPods nacían aquel mismo día.
Unos auriculares inalámbricos que prometían una calidad de audio excepcional y una conexión inalámbrica prodigiosa. Quienes los probaron dieron (dimos) fe: aquello era un invento, y aunque no eran los primeros auriculares completamente inalámbricos del mercado ni mucho menos, pronto se convirtieron en el espejo en el que se miró toda una industria.
No pasó demasiado tiempo hasta que quedó claro que casi todos siguieron sus pasos. Una a una las marcas de móviles fueron deshaciéndose del conector de auriculares total o parcialmente, y lo curioso es que el minijack casi se ha quedado como una opción para móviles guarripeich.
Fuera o no para tanto, la ausencia de ese minijack provocó el auge absoluto de la industria de los auriculares inalámbricos. ¿Sabéis quién domina ese mercado? Exacto: Apple.
Cómo se fragua un imperio, parte III: a ganar dinero tocan
Está claro que había negocio en Apple Music: los recientes datos fiscales (PDF) de la firma para el primer trimestre de 2021 revelan que Apple Music y otros servicios en la nube como iCloud lograron unos ingresos alucinantes de 16.900 millones de dólares (por 13.300 del mismo periodo de 2020).
No se sabe qué parte corresponde exclusivamente a Apple Music. pero se estima que la firma ya cuenta con más de 70 millones de usuarios y que al menos en el primer trimestre de 2020 uno de cada cuatro usuarios que usaban servicios de suscripción usaban Apple Music.
Las ganancias en su división de “Wearables, Home and Accesories” fueron algo menos de la mitad: 7.800 millones de dólares, frente a los casi 6.300 del mismo periodo de 2020. ¿Cuántos de esos millones se deben a los AirPods?
Es difícil saberlo y Apple no da cifras de unidades vendidas, pero varios analistas ya dieron pistas sobre la dimensión de ese negocio. Neil Cybart de Above Avalon hablaba de un negocio de 6.000 millones de dólares de ingresos anuales en 2019, mientras que otro analista llamado Kevin Rooke iba más allá y meses después apuntaba a unos ingresos de unos 12.000 millones de dólares.
Más allá de la pelea entre uno y otro por ver quién tenía razón en su dimensión del negocio de Apple, lo cierto es que los ingresos anuales que mueven los AirPods hacen que la empresa compita con gigantes tecnológicos como Uber, Adobe o NVIDIA. Esta última por ejemplo confirmaba que sus ingresos de 2020 fueron de 11.000 millones de dólares.
Como explicaba el analista Dare Obasanjo, eso pone en perspectiva la magnitud de un negocio como el de los AirPods, que es un absoluto pelotazo para Apple.
En Forbes ya comparaban el año pasado la marcha de este negocio con respecto a lo que fueron el iPhone o el iPad: cada vez eran más importantes para los ingresos, pero lo que es aún más interesante, eran aún más beneficiosos para la compañía.
¿Por qué? Por su margen de beneficio, que en el caso de los AirPods se estima que es de un 59% frente al 39% para la media de otros productos de Apple como los iPhone o los iPad.
La engrasada máquina de hacer dinero de Apple también funciona como una seda en este segmento: Counterpoint apuntaba a principios de 2020 cómo en el cuarto trimestre de 2019 el dominio de Apple era claro a nivel global superando el 40% de cuota.
La cosa se ponía aún más interesante cuando hablábamos solo de la gama alta de estos productos, que es precisamente en la que compiten los AirPods. El dominio de Apple en ese segmento es brutal, y según Counterpoint rondaba el 70% del mercado.
Puede que la cosa haya cambiado desde entonces, sobre todo cuando hemos visto cómo un buen puñado de fabricantes han lanzado propuestas con sistemas de cancelación activa de ruido que hacen que los precios de esos productos suban, pero parece claro que el negocio de los AirPods —incluidos los recientes AirPods Max— va como un tiro.