El coronel británico Richard Bell, comandante en Jefe adjunto de la Fuerza de Operaciones de la Alianza Internacional, se reunió con los cabecillas de grupos terroristas de Siria.
Bell entró ilegalmente al área de Al Tanf, en el este de esta de nación árabe, donde inspeccionó las fuerzas de su país desplegadas junto con las de ocupación estadounidenses en esta zona.
El mando británico sostuvo encuentros con Muhannad Al Talaa, comandante del autoproclamado Ejército de Élite de la Revolución (Jaish Maghawir Al-Thawra, en árabe) y con jefes de otros grupos terroristas.
Los reunidos trataron varias cuestiones, como el aumento del apoyo británico con armas y salarios a los terroristas presentes cerca de la base estadounidense y el campamento de refugiados Al-Rukban.
El oficial prometió aumentar la presión sobre el gobierno de Jordania para que permita el paso de convoyes de ayuda a través de su territorio, ya que esos grupos niegan cualquier ayuda de la ONU al campamento Al-Rukban a través del gobierno de Damasco.
Bell pidió que se reclutara al mayor número posible de jóvenes para enfrentar “cualquier amenaza en la próxima etapa”, según expresó.
La coalición imperialista encabezada por Estados Unidos ocupa desde agosto del 2016 esa zona estratégica ubicada en la frontera siria con Irak y Jordania.
Damasco y Moscú denunciaron que Washington rechaza evacuar el campamento Al-Rukban en esa área con el fin de mantener una justificación para continuar su ocupación militar.