Los ingresos de Hacienda quedarán comidos por lo servido gracias a que este año se va a disparar su recaudación por el coste de la emisión de CO2.
El Gobierno baja el IVA de la luz “para abaratar la factura un 10%”. Tras su publicación en el BOE -previsiblemente mañana viernes-, el IVA del recibo eléctrico disminuirá del tipo general (21%) al reducido (10%), mientras que el impuesto a la generación eléctrica del 7% quedará suspendido. Esta decisión supondrá un alivio para los preocupados consumidores, que han visto como el precio de la electricidad ha alcanzado máximos históricos en varias ocasiones a lo largo del 2021.
Eso sí, en esta rebaja fiscal, no es oro todo lo que reluce. Como ya publicó Libre Mercado, se aprueba tarde, por poco tiempo y no para todos. Por un lado, a pesar de que el IVA de la electricidad en España es más elevado que en otros países de la UE, el alivio del Gobierno para estos dos tributos será temporal. Así, la bajada del IVA solo estará vigente hasta fin de año y la suspensión del impuesto a la generación eléctrica solo será de 3 meses.
Además, solo beneficiará a los consumidores con potencia contratada hasta 10 kW (los que residen en grandes viviendas suelen tener más), y siempre que el precio medio mensual del mercado mayorista de la electricidad esté por encima de los 45 euros por MWh. En el caso de los 612.000 hogares que se benefician del bono social, la aplicación será con independencia del precio de mercado mayorista.
Más letra pequeña
Respecto a las empresas, la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este jueves, que se les aplicará esta rebaja “al 72% de los contratos de empresas y de negocios”, aunque “en el sector empresarial el IVA tiene un efecto neutro, pero alivia tesorería” ha dicho. Sin embargo, patronales como ATA, han denunciado que “la mayoría” de autónomos no se beneficiarán de ella.
Pero dentro de la letra pequeña de este alivio fiscal, hay que destacar que llega cinco meses tarde para el contribuyente, lo que ha resultado muy beneficioso para Hacienda. Y es que, la negativa del Gobierno a reducir la tributación de estos dos impuestos en enero, cuando la luz alcanzaba máximos en plena borrasca Filomena, le ha reportado suculentos ingresos a las arcas del Estado. Así, con las insinuaciones de la ministra de Hacienda, dejando entrever que desde Bruselas se les prohibía tocar el impuesto, o las de Pablo Echenique, considerando “de derechas” la rebaja del IVA, el Ejecutivo ha ganado tiempo para recaudar unos 1.000 millones de euros en los últimos cinco meses.
El truco recaudatorio
Pero esta treta no acaba aquí, porque hay otro concepto que le va a reportar pingües beneficios a Hacienda y con el que van a compensar la pérdida de 1.257 millones de euros que va a dejar de ingresar el fisco por la rebaja del IVA (857 millones) y la suspensión del impuesto sobre el valor de producción de energía eléctrica (400 millones) en los próximos meses.
Se trata de los derechos de emisión de CO2, una tasa que Europa obliga a pagar a las energías contaminantes, cuyos derechos cotizan en el mercado y que genera unos suculentos ingresos a las haciendas europeas. Estos derechos de emisión los pagan fundamentalmente empresas de gas y funcionan como otro impuesto que acaban costeando los contribuyentes en el precio de la energía. A día de hoy, su precio se ha duplicado.
Fuentes del mercado consultadas por este periódico señalan que “los derechos de CO2 tienen un impacto relevante, pues lo previsto en PGE eran unos 1.225 millones de euros (con un precio de 25 €/tn), pero si el precio del CO2 pasa de 25 a 50 €/tn (precio al que están a día de hoy), la recaudación adicional será de unos 1.225 millones de euros más”.
Casualmente, esta cuantía adicional de 1.225 millones de euros es prácticamente la misma que los 1.257 millones que dejará de ingresar Hacienda con la bajada de tributos aprobados hoy, por lo que los ingresos de Hacienda quedarán comidos por lo servido. Y nada apunta a que el CO2 vaya a bajar de esos 50 €/tn en los próximos meses, por lo que el resultado será redondo para el Ejecutivo, mientras públicamente aparenta ayudar al contribuyente, que acabará pagando más en el recibo por el CO2. “Por eso lo han limitado en el tiempo (las bajadas de impuestos), porque han mirado los futuros del CO2 y han visto que más o menos va a seguir en precios altos”, apunta otra fuente consultada.