Los inversores apenas movilizaron 222.654 millones de euros en 2020, un 11,4% menos que el año anterior, según un informe de la Fundación BBVA y el IVIE.
La crisis económica del coronavirus ha provocado que el nivel de inversión privada en España se haya desplomado hasta los niveles de hace una década. A lo largo del 2020, los inversores movilizaron 222.654 millones de euros en la economía española, lo que supone una caída del 11,4% con respecto al año anterior.
La Fundación BBVA y Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) han revelado en su informe El stock del capital e España y sus comunidades autónomas este golpe en materia de inversión que ha roto con una tendencia de recuperación que se había iniciado en 2013, tras el impacto de la crisis financiera internacional.
Como resultado de este desplome también ha retrocedido ligeramente el esfuerzo inversor, el índice que mide la movilización del dinero en función del Producto Interior Bruto (PIB) del país. El indicador ha caído hasta el 19,8%, acabando con seis años de crecimiento.
La pandemia no solo ha hundido la inversión en España, sino que también ha provocado que se aleje un poco más de las grandes potencias mundiales. Vecinos como Francia han cerrado el 2020 con un nivel de esfuerzo del 22,9%. Un dato similar al de Alemania (22,1%) o Estados Unidos (21%).
El desembolso público de la pandemia no compensa los datos de inversión
Mientras la inversión privada se ha desinflado en un 2020 marcado por las restricciones de movilidad, los confinamientos y las medidas sanitarias, el desembolso público ha experimentado un incremento del 6,7% para hacer frente a la pandemia. Unos números que están detrás de la elevada deuda española.
Sin embargo, la movilización de los fondos de las arcas del Estado no han servido para paliar este efecto. La inversión neta resultante ha sido de -3.034 millones de euros a lo largo del curso de la crisis sanitaria, manteniendo el balance negativo que se arrastra desde 2012.
“El aumento de la inversión pública no ha sido suficiente para cubrir la depreciación, es decir, permitir el mantenimiento de las infraestructuras y equipamientos ya existentes”, han expresado los analistas en el informe.
España arrastra una década de descensos en la inversión pública sanitaria
El informe elaborado por la Fundación BBVA y el IVIE muestra el escenario de la inversión durante el último cuarto de siglo, entre 1995 y 2020. Una de sus principales conclusiones son “los bajos niveles de inversión de las administraciones en la última década”, que se activaron para compensar el déficit público.
Entre el año 2011 y 2018, el último que muestra los datos desagregados por sectores, la inversión en productos sanitarios se ha desplomado un 50,7%, mientras que el capital del sector ha retrocedido un 10,2%.
Uno de los ejemplos de esta política de recortes es la reducción de las dotaciones y los equipamientos de los servicios sanitarios, que precisamente han jugado un papel fundamental en la contención de la Covid-19 durante los últimos 15 meses.
Los especialistas vinculan esta realidad con las dificultades para hacer frente a la presión sanitaria que ha desencadenado el goteo de pacientes de coronavirus. “Ha agravado los problemas de congestión hospitalaria padecidos durante la pandemia, al sufrir más presión que otros países próximos que cuentan con más dotaciones”, han concluido.
Ante esta situación, los analistas se han abrazado a la llegada de los fondos europeos de recuperación que inyectarán 140.000 millones a la economía española para intentar recuperar los niveles de inversión pública anteriores a la pandemia.
El transporte y la vivienda pierden inversores durante la crisis de la Covid-19
Más allá de la sanidad, en el año 2020 los analistas han identificado un descenso de la inversión tanto pública como privada en algunos sectores como el transporte (-25.1%), la vivienda (-18,4%) o la construcción no residencial (-11,2%) que se han frenado con la entrada en escena del coronavirus.
Aunque el retroceso es general, hay otras áreas que han registrado un mejor comportamiento durante la pandemia como la inversión en activos inmateriales como software o I+D+i, que solo ha caído un 1,9%. Lo mismo que los bienes de equipo TIC (hardware y comunicaciones), cuyas inversiones han bajado un -3%.
A pesar de esta comparativa, los autores del informe han recordado que España es el país de las grandes potencias desarrolladas que menos invierte en estos campos. Supone un 21,6% de la inversión conjunta frente al 33,4% de Estados Unidos, el 26,5% de Francia o el 25,4% de Reino Unido. Precisamente será uno de los focos del Plan de Recuperación.