Un total de 150 alumnos participarán en la primera fase de un plan del Govern para implantarla. Será en catalán. El conseller: “Reconocemos derechos”.
Tres colegios públicos de Mallorca empezarán a impartir este curso la asignatura de religión islámica entre un total de 150 alumnos cuyas familias la han solicitado.
Se impartirá en catalán por dos profesores especializados y con la misma cualificación que los profesores de religión católica. Los docentes serán escogidos por la Comisión Islámica en Baleares, un órgano representativo de la comunidad religiosa islámica que canaliza las relaciones con la Administración pública.
Es la primera prueba piloto que el gobierno balear que preside el PSOE pondrá en marcha para dar cumplimiento al convenio que firmó en 2019 con la Comisión Islámica. El Ejecutivo autonómico esgrime además que está obligado por la normativa estatal a ofrecer este contenido al existir demanda entre parte de la población. La asignatura será optativa para aquellos alumnos que la requieran.
El Govern de Francina Armengol ha escogido para implantar esta novedad tres colegios del interior y el sur de Mallorca, en zonas con alta población de origen magrebí pero que son localidades pequeñas. Serán Lloseta, Ses Salines y la Colonia de Sant Jordi.
El plan inicial era desarrollar este programa en una decena de colegios de Mallorca pero finalmente este curso se impartirá en tres escuelas de infantil y primaria de dos municipios (la Colonia de Sant Jordi pertenece a Ses Salines). El Govern balear planea ampliar la oferta de cara al curso que viene.
Según fuentes del gobierno, se han escogido estos centros por ser de comarcas donde se prevé que habrá una notable demanda de la asignatura pero que están lejos de poblaciones mayores, para tratar así de evitar un efecto llamada o un trasvase de alumnado.
Según la Consejería de Educación, se han recibido en torno a 900 solicitudes dirigidas y canalizadas a través de la Comisión Islámica pero de momento la enseñanza de esta asignatura se limitará a 150 alumnos.
El conseller de Educación, el socialista Martí March, ha defendido el proyecto, que existe en otras comunidades autónomas. Ha dicho que así “lo único” que se hace es “reconocer derechos”.
“No se quita ninguna religión ni se va en contra de ninguna creencia, otro debate será el de la presencia de la religión en la escuela, que habrá que abordar tarde o temprano”, ha puntualizado el conseller.
Así, ha insistido en que el Ejecutivo autonómico en virtud de los acuerdos con las confesiones religiosas y la normativa estatal está obligado a ofrecer como materia optativa la religión islámica, aunque de momento sea únicamente en tres centros. Las reclamaciones de la Comisión van más allá y quieren que se implante en más centros para dar cobertura a su demanda.
March ha expresado su deseo de que la llegada de la religión islámica a estos tres colegios mallorquines no sea “motivo de división en la sociedad y en la comunidad educativa” y ha expresado su preocupación de que desde algunos sectores se aproveche para crear una “situación de conflicto innecesario”.
“Los centros educativos son espacios donde conviven personas de diferente religión, procedencia o ideología política”, ha argumentado.
El Govern balear (PSOE-Podemos-Més) ya quería implantar esta asignatura a principios de esta legislatura (2019), pero sus planes se aplazaron por las restricciones derivadas de la pandemia, que han afectado sensiblemente al área de educación. Se apoya en la ley estatal 26/1992 en la que se aprobó el acuerdo de Cooperación entre el Estado y la Comisión Islámica de España.
Enfrentamiento con la escuela católica concertada
Se da la circunstancia de que el Govern balear mantiene un enfrentamiento con la escuela concertada, eminentemente católica, que reiteradamente ha acusado al Ejecutivo de ningunear sus reivindicaciones y marginarla en la nueva ley educativa balear, pendiente en estos momentos de tramitación parlamentaria pero ya aprobada por el Consejo de Gobierno autonómico.
Al hilo de esto, el PP de Baleares, principal partido en la oposición regional, ha exigido “máxima supervisión y control” de los contenidos de la asignatura de religión islámica en los colegios de Baleares y ha criticado la “incongruencia de promover la religión islámica después de maniobrar para sacar la religión católica de las aulas”.
Desde el Govern niegan esta visión y argumentan que la asignatura de religión islámica no supone ninguna merma en la enseñanza de otras religiones sino que es complementario, una forma de “ampliar derechos”.