Por primera vez, el Ejército de Estados Unidos ha probado un dron capaz de identificar y seguir objetivos de forma completamente autónoma.
Parece que el Ejército de los Estados Unidos está preparándose para hacer lo que dijo que nunca haría: crear drones completamente autónomos capaces de identificar, perseguir y destruir objetivos totalmente por su cuenta.
En una nota de prensa, General Atomics afirma que, por primera vez, un dron Avenger ha sido capaz de identificar y perseguir objetivos enemigos a alta velocidad sin ninguna intervención humana.
Según la compañía de defensa, esto demuestra que están un paso más cerca de conseguir aviación militar totalmente autónoma. Aunque no lo dicen abiertamente, el objetivo final es obvio: obtener una flota de drones capaces de atacar y defender de forma independiente. El éxito de la demostración —afirma el vicepresidente de programas especiales de General Atomics, Chris Pehrson— “es un paso importante para misiones autónomas más sofisticadas de aviones no pilotados y MUM-T [equipos humanos y artificiales] en espacios de batalla complejos”.
Cómo funciona
Según General Atomics, el Avenger de la prueba estaba equipado con un equipo fabricado por Lockheed Martin llamado Legion Pod (el objeto negro en el dron al principio de este artículo).
El Legion Pod detectó aviones operando a gran velocidad en el área y mandó la información sobre su posición al cerebro autónomo del Avenger. Esta inteligencia artificial, dice General Atomics, priorizó los objetivos para iniciar maniobras de ataque.
El Legion Pod no es nada nuevo. Es un sistema de detección y seguimiento pasivo usado en aviones pilotados por humanos para mostrar posibles objetivos. El avance aquí es que este dispositivo hizo de los ojos de la inteligencia autónoma del Avenger, que actuó igual que un piloto real “sin intervención humana”.
Otra de las ventajas de las que presumen ambas compañías es que esta capacidad es fácil de integrar en cualquier tipo de plataformas con “un coste mínimo” gracias al estándar llamado Sistema de Misión Abierto (OMS).
La nueva guerra es un videojuego
Aunque no lo menciona específicamente, el objetivo final de estos sistemas —que también comparten China y Rusia— es abandonar la aviación tradicional pilotada en cabina o remotamente para reemplazarla con enjambres de naves de combate sin control humano.
Cada avión del enjambre estaría conectado con los otros, así como con otros sistemas militares en el campo de batalla situados en tierra, en otros aviones, en barcos o en el espacio. Juntos, serían capaces de detectar y derribar aviones enemigos así como objetivos en tierra y mar de manera independiente, controlados por sistemas tácticos de inteligencia artificial.
No sabemos hasta qué punto los humanos podrían intervenir una vez comenzara la lucha, pero está claro que cualquier intervención sería contraproducente para la eficiencia de estos sistemas de guerra, capaces de tomar decisiones de forma mucho más rápida y con infinitamente más información que cualquier comandante de carne y hueso.
Es la nueva guerra que viene, en que las unidades serán sintéticas, más numerosas y absolutamente prescindibles, como los peones humanos, que serán los daños colaterales. Un videojuego en el mundo real.
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