La temporada estival ha sido un espejismo para el sector aéreo. La recuperación de los vuelos, aunque considerable, no ha conseguido frenar la caída de la actividad que se ha registrado durante la gran parte del año. Ahora, el sector aéreo mira al invierno con preocupación, pendientes de las negociaciones para la prórroga de los ERTE. Una herramienta a la que el 30% de los trabajadores del sector llevan acogidos más de un año y que exigen que se extienda hasta Semana Santa de 2022 ante la ralentización de la actividad.
En los meses de julio y agosto la actividad ha sido óptima: se han recuperado el 74% de los vuelos operados en 2019 y el 55% del volumen de pasajeros. Sin embargo, esta recuperación parece ensombrecerse en el acumulado del año donde se registra un caída de los vuelos del 52% en comparación con los niveles previos al Covid-19. Una cifra mucho mas agorera en el caso del volumen de pasajeros: entre enero y agosto solo se ha recuperado el 33% de las cifras de viajeros registrados en 2019.
Una situación que pone en jaque a los trabajadores del sector. En agosto se contabilizaron 5.249 empleados del transporte aéreo en régimen de ERTE (ERTEs RDL 30/2020), es decir, un 30% de los que se contabilizaban en este régimen en abril de 2020, 17.536 trabajadores. Una situación que puede empeorar de cara al invierno, ya que la escasa recuperación de los vuelos de largo radio y el desplome de los viajes de negocios, puede hacer que aumente el número de trabajadores protegidos por esta herramienta.
Por este motivo, desde el sector aéreo se mantienen atentos a las negociaciones entre el Gobierno y los agentes sociales para la prórroga de los ERTE y exigen que se extiendan hasta Semana Santa del próximo año para hacer frente a las dificultades por la caída de la actividad de los próximos meses. «Es esencial que se sigan articulando medidas de flexibilidad para el sector, como son los ERTE, de forma que se pueda ir adaptando la estructura a la evolución de la demanda», ha añadido el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara.
ERTE para más de 12.000 personas
Las tres mayores aerolíneas españolas han anunciado esta semana su intención de emprender ERTE convencionales para al menos 12.000 trabajadores si no se alcanza un acuerdo para prorrogar los que se diseñaron para afrontar la pandemia, y que en principio vencen el próximo jueves. La última en hacerlo ha sido Vueling, con sede en Barcelona, que ha planteado su intención de iniciar un ERTE por causas económicas, técnicas y organizativas y de producción (ETOP) para sus 4.000 trabajadores -incluidos 1.150 pilotos-, si finalmente no se alcanza un acuerdo para prorrogar más allá de fin de mes los actuales.
Hace tan sólo dos días fue Globalia quien anunció una intención similar para 9.000 trabajadores de todo el grupo, incluida Air Europa, con más de 4.000 trabajadores. Únicamente no afectaría a Halcón Viajes y el resto de su negocio de viajes, que pasó a formar parte de Ávoris, también está pendiente de esa prórroga de los ERTE para tomar una decisión.
Igualmente, al comienzo de la semana Iberia dijo que había planteado a sus sindicatos la negociación de un ERTE convencional para entre 4.000 y 5.000 empleados ante la posibilidad de que no se alcance un acuerdo para prorrogar los actuales en las mismas condiciones y ante la ralentización de la recuperación económica y de las restricciones al turismo con EEUU y Latinoamérica, que hacen que siga en niveles de capacidad entre un 30 y un 35 % por debajo de los de 2019.