Nuevo récord inflacionario en EEUU: Los precios al productor se disparan un 8,3% interanual

Industria automotriz

Los precios al productor aumentaron a un ritmo anual del 8,3% en el mes de agosto, lo cual no tiene precedentes en los Estados Unidos, al menos desde que comenzó a medirse este índice por parte del Departamento de Trabajo.

El organismo federal informó el viernes 10 de septiembre que su índice de precios al productor, que mide las presiones inflacionarias antes de que lleguen a los consumidores, subió un 0,7% el mes pasado con respecto a julio después de haber aumentado un 1% tanto en junio como en julio.

El aumento en los precios desde agosto de 2020 hasta agosto de 2021 superó incluso lo que indicaron las expectativas, y es probable que el impacto en el índice de precios al consumidor se refleje en el corto plazo, ya que el aumento en los costos de producción tienden a trasladarse a los consumidores con suma rapidez.

Los economistas habían pronosticado que el PPI aumentaría un 0,6 por ciento sobre una base mensual, por debajo del aumento del uno por ciento informado para julio y junio. Pero finalmente, en base anual los precios subieron un 8,3 por ciento, frente al 7,2 pronosticado.

Si se excluyen los aumentos de los precios de los alimentos y la energía, los precios al productor subieron un 0,6 por ciento mensual y un 7,3 por ciento anual, un aumento interanual también mayor al esperado. Excluyendo los servicios comerciales, que miden los cambios en los márgenes de los mayoristas y minoristas en lugar de los precios, así como los alimentos y la energía, los precios al productor subieron un 0,3 por ciento en el mes y un 6,3 por ciento en el año, también un aumento anual mayor de lo esperado.

Los precios de la energía al productor en términos generales aumentaron un 32,3 por ciento sin ajuste estacional durante el año en agosto, los bienes avanzaron un 12,6 por ciento y los alimentos un 12,7 por ciento, según muestran los datos oficiales.

El índice de precios al productor es un indicador alternativo de la inflación, que mide los precios que reciben las empresas de bienes y servicios. El mismo es utilizado, entre otras cosas, como herramienta para pronosticar el comportamiento inflacionario esperado para el consumidor final en el corto plazo.

La desaceleración en el aumento de precios observada durante el último mes de medición, puede tener que ver con la aparición de la variante Delta, que llevó a muchos estados, sobre todo los alineados con el gobierno federal, a tomar medidas de restricción que llevaron a la gente a pasar más tiempo encerrados y por lo tanto desacelerar el consumo.

La próxima publicación de datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mostrará el ritmo de la inflación de los precios al consumidor en agosto, está programada para publicarse el 14 de septiembre.

Si bien las variaciones en los costos de producción se suelen reflejar con rapidez en los precios al consumidor, es de esperar que demore un poco más y no se vea aún reflejado en el próximo informe de IPC.

Los funcionarios de la Reserva Federal han dicho repetidamente que consideran que los aumentos de precios al consumidor son transitorios, y han mantenido la expectativa de que la inflación eventualmente se moderará.

Mientras que los detractores de la administración Biden, responsabilizan en gran parte a las políticas económicas implementadas basadas en un “despilfarro de los fondos de los contribuyentes”, que se ve reflejado en un considerable aumento en el gasto público que se traduce en un consecuente déficit fiscal, que a su vez lleva a un inevitable aumento de los precios.

Defendiendo justamente esta última premisa, en una carta dirigida a las autoridades del Congreso a mediados de julio, los republicanos del Comité de Presupuesto advirtieron sobre las estadísticas alarmantes sobre el gasto del gobierno federal y propusieron al Congreso que tome acciones concretas para controlarlo.

Acorde a lo reportado por la Oficina de Presupuesto del Congreso, el déficit fiscal (la diferencia negativa entre lo que se gasta respecto a lo que ingresa por impuestos) de este año será de 3 billones de dólares, según reportó Fox News.

Cabe destacar que el dólar estadounidense impacta directamente no solo en las finanzas de las familias estadounidenses, sino también lo hace en forma directa en la economía del resto del mundo, la cual está profundamente vinculada a las fluctuaciones de la divisa.

BLes