Sánchez destinará 47,5 millones de euros anuales a Presidencia, 15,1 millones más que Rajoy y 16,5 millones más que Zapatero.
En 2017, el último año completo de Mariano Rajoy (PP) en La Moncloa, la Presidencia del Gobierno costó 32,4 millones de euros. En 2019 y 2020, con Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo, la misma oficina cuesta una media de 40 millones al año. Y este 2020 se ha reservado un presupuesto de 47,5 millones de euros, de los que ya se había gastado 19,7 millones hasta el 30 de junio. Y eso que, desde marzo de 2020, la pandemia del Covid ha limitado la actividad pública y la factura que conlleva.
Según las cifras oficiales de la Intervención General del Estado recabadas por ABC, Pedro Sánchez ha disparado los gastos de la presidencia del
Gobierno un 23%. En números redondos, la jefatura del Gobierno cuesta anualmente siete millones de euros más que con Mariano Rajoy.
Los datos oficiales de contabilidad muestran, además, que esa escalada de gasto empezó en cuanto Sánchez tomó el poder. Llegó a la Presidencia del Gobierno el 1 de junio de 2018, con la moción de censura que derribó a Rajoy. Y a partir de ese momento empezó a aumentar el gasto en La Moncloa. En solo siete meses sumó un sobrecoste de 1,4 millones de euros. Fue la antesala de la gran escalada de gastos que se produjo en La Moncloa en 2019 y que ha continuado desde entonces. Y eso que durante dos años no tuvo presupuestos al día y gobernó con las cuentas prorrogadas de la era de Rajoy.
La prórroga presupuestaria no fue un impedimento para Pedro Sánchez a la hora de engordar la estructura y el gasto de la Presidencia del Gobierno. Las cuentas que le dejó el PP reservaban a la jefatura del Ejecutivo un presupuesto mucho menor que el que Sánchez se ha estado gastando. Lo ha hecho a base de enmendar las cuentas mediante modificaciones económicas internas. Eso le ha permitido disparar la lista de gastos de la oficina de Presidencia.
En 2019 y en 2020, con los presupuestos prorrogados de 2019, la Presidencia del Gobierno tenía asignado una partida anual de unos 35 millones de euros. Pero Sánchez se acabó gastando 41 millones en 2019. Al año siguiente, en 2020, la factura del presidente Sánchez fue levemente menor. La pandemia mundial de Covid restringió la actividad pública. Aún así, la Presidencia del Gobierno acumuló el año pasado unos gastos totales de 39,45 millones de euros, un 23% más que en el último año de gobierno del PP y 3,5 millones más de lo que tenía inicialmente asignado en los presupuestos.
Plantilla inflada
En su inmensa mayoría, el multimillonario sobrecoste de la Presidencia de Sánchez se va en sueldos. En cuanto llegó a La Moncloa empezó a engordar la plantilla de la Presidencia, generosamente nutrida con afines colocados como asesores o altos cargos, además de los funcionarios de carrera adscritos a los servicios de la Presidencia del Gobierno.
A precios corrientes, la factura de personal del presidente Sánchez supera incluso a la de José Luis Rodríguez Zapatero, que cuando estuvo al frente del gobierno no se caracterizó precisamente por la austeridad. De hecho, Sánchez y Zapatero coinciden en haber disparado el gasto en personal en momentos de severa crisis económica.
Hasta la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, la Presidencia del Gobierno que más se gastó en sueldos fue la de Zapatero en 2009. Aquel año engordó su plantilla de Moncloa mientras la recesión avanzaba al galope en España, arruinaba empresas y disparaba la lista del paro. En 2009, entre altos cargos, asesores y funcionarios adscritos, el gasto en personal de la Presidencia rozó los 31 millones de euros, sin contar las cotizaciones a la Seguridad Social aparejadas a esos sueldos. Ahora, con Sánchez al frente del Gobierno, esa misma factura supera los 32 millones de euros al año. Si a eso se suman las cotizaciones a la Seguridad, el coste total ronda los 40 millones de euros anuales.
La deriva de sobrecostes que se ha producido con Pedro Sánchez contrasta con el recorte que llevó a cabo Mariano Rajoy cuando relevó a Zapatero en La Moncloa. El tijeretazo presupuestario en la plantilla de la Presidencia superó los siete millones de euros: la urgente reducción del gasto público que tuvo que llevar a cabo el Gobierno del PP también entró de lleno en la estructura política del Ejecutivo. En 2012, Presidencia desembolsó 23,4 millones de euros en sueldos brutos, y en 2017 –último año completo del Gobierno Rajoy– la factura se elevó a 25 millones de euros, frente a los 32,23 millones que Sánchez repartió en 2020 entre su engordada plantilla de La Moncloa.
La mayor parte de la factura salarial de La Moncloa se va en puestos a dedo, afines colocados en la oficina del presidente como asesores o altos cargos. El año pasado, sin contar cotizaciones a la Seguridad Social, La Moncloa abonó un total de 14,7 millones de euros en sueldos de asesores y 1,28 millones en salarios brutos de altos cargos. Justo el doble que en el último año completo del Gobierno Rajoy (2017).
Cada vez sale más caro
Lejos de frenarse la escalada, el sobrecoste va a más este 2021. Así lo indican los datos oficiales de gasto presupuestario recopilados por ABC: de enero a junio, la oficina del presidente Sánchez se gastó en sueldos y cotizaciones a la Seguridad Social 2,43 millones de euros más que en el primer semestre de 2020. Y más de la mitad de ese sobrecoste se ha debido al aumento de la factura salarial de asesores y altos cargos políticos adscritos a la Presidencia.
Además, la oficina del jefe del Ejecutivo también ha aumentado el gasto corriente, en el que se incluyen múltiples partidas de costes de funcionamiento ordinario. En el primer semestre de este año, la Presidencia del Gobierno ha consumido 2,39 millones de euros en gasto corriente en bienes y servicios, un 45% más que en el primer semestre de 2020.
Contando todas las partidas, la Presidencia gastó de enero a junio del presente año un total de 19,94 millones de euros, 3,48 millones más que lo que se registró en el mismo periodo del año pasado.
La Moncloa, una ‘gran empresa’ de asesores y altos cargos públicos
En el ámbito de los negocios, se considera gran empresa a aquella con una plantilla de más de 250 trabajadores. Si ese criterio se aplica a la Presidencia del Gobierno, podría decirse que es una ‘gran empresa’ de asesores y altos cargos: Pedro Sánchez cuenta con unos 300 puestos de confianza cubiertos a dedo.
La plantilla adscrita a la oficina del presidente está integrada en la estructura del Ministerio de la Presidencia. Según los últimos datos oficiales de personal, el Gobierno del PSOEy Podemos ha disparado su nómina de cargos de confianza hasta sumar un total de 764 asesores, técnicamente denominados personal eventual. De ellos, casi la mitad, 361, están en el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Y, según se desprende del presupuesto oficial, el 80% de ellos están adscrito a la oficina de la Presidencia del Gobierno; es decir, unos 280 asesores. Además, por encima de ellos hay una treintena de altos cargos políticos, a sueldo de la oficina del presidente Sánchez.