El euro digital ha empezado ya sus pruebas piloto. Y el Banco de España es uno de los encargados en estudiar cómo sería una de sus posibles implementaciones. Para este primer euro digital de Europa se ha elegido a la fintech española Monei. Su criptomoneda EURM ha sido elegida como banco de pruebas del euro digital.
Durante el primer trimestre de 2023 se llevarán a cabo varias pruebas piloto en diferentes países y con diferentes proyectos que podrían ser la base del futuro euro digital. El objetivo es recabar conclusiones y ver los desafíos técnicos de cada mecanismo, para posteriormente en otoño de 2023 presentar la primera propuesta legislativa.
Monei ha conseguido luz verde del Sandbox Financiero del Banco de España. Es la primera empresa elegida para probar un euro digital basado en tokens digitales. La convocatoria está abierta hasta finales de enero.
EURM, el token autorizado por el Banco de España
EURM es un token que facilita los pagos online y el envío de tokens, mediante la tecnología blockchain de Ethereum y Polygon. En la fase de pruebas los usuarios del test podrán emitir hasta 10 euros por participante. La compañía explica que únicamente habrá que introducir un número de teléfono, cotejar la identidad mediante un vídeo y cargar el monedero con euros reales a través de Bizum.
Teniendo en cuenta que se necesita un número de teléfono, el potencial número de usuarios de EURM en España es de 57 millones, al ser el total de líneas móviles.
Estamos ante la primera stablecoin regulada por la Unión Europea, doblemente respaldada por bonos verdes soberanos del Tesoro Público español y por euros reales. Cada token representa un euro físico y está custodiado en dos cuentas de salvaguarda de entidades financieras como el BBVA y Caixabank.
A finales de septiembre, el Banco Central Europeo seleccionó a 54 proveedores front-end para el euro digital, entre ellas Caixabank, Amazon, Wordline, EPI o Nexi.
Álex Saiz Verdaguer, fundador de MONEI, explica que “EURM es la solución paneuropea definitiva que permitirá a los ciudadanos y empresas del continente enviar y recibir dinero instantáneamente”.
Entre las ventajas de este euro digital propuesto explican que está el de mandar desde cientos de euros a fracciones de céntimos cada cierto intervalo de tiempo, incluso milisegundos, por ejemplo, para pagar dietas de transporte o alimentación a empleados. También otras automatizaciones como permitir a un comercio programar el pago diario a sus proveedores, según el consumo que haya habido ese día.
La posibilidad de programar pagos en función de determinados valores abre la puerta también a prorratear un pago mensual en pagos diarios o permitir a los empleados elegir si quieren recibir la nómina con pago diario, semanal, quincenal o mensual, sin que suponga un mayor trabajo para la compañía.
En resumidas cuentas, el euro digital va a traer una automatización y personalización de los pagos mucho más precisa. Y al ser una moneda regulada, las autoridades como Hacienda podrán consultar estos movimientos en tiempo real.
Esta prueba piloto está en manos del Banco de España y son una iniciativa exclusiva suya. Eso sí, circunscrita a evaluar las posibilidades reales de las criptomonedas para el euro digital y conocer el estado actual de esta tecnología. Todavía faltan unos años para que el euro digital se implemente, pero ya conocemos el primer proyecto que podría sentar las bases.