El gobierno de Vietnam hackeó el sistema chino y cerró inmediatamente el país asustado por lo que vio

Hacker

En enero, cuando el Covid-19 no había salido de Wuhan, un grupo de hackers robó información de los funcionarios de emergencias de China para saber cómo este país combatía el virus. Vietnam fue, así, uno de los primeros países en anticiparse a la enfermedad.

El 6 de enero ocurrió algo muy curioso entre dos países, China y Vietnam. En el primero aparecían noticias de una extraña neumonía que había dejado 60 infectados en la ciudad de Wuhan. Mientras, en la nación del sudeste asiático, un grupo de hackers estaría intentando robar información en las cuentas de correo de los empleados del Ministerio de Gestión de Emergencias de China. Aún quedaban dos semanas para que el gigante asiático informara de que el nuevo virus se podía transmitir entre humanos.

Durante los siguientes días, los ataques informáticos continuaron. Los trabajadores chinos del organismo encargado de frenar el coronavirus recibieron varios correos sospechosos en los que se adjuntaba un software malicioso. Si lo abrían, los hackers podrían acceder a toda la información que circulaba desde sus ordenadores.

Esto es lo que ha desvelado esta semana una investigación de la empresa estadounidense de ciberseguridad FireEye. Incluso han desvelado el nombre de los presuntos hackers responsables: APT32, un grupo de espionaje cibernético que lleva desde 2012 atacando a entidades privadas y a gobiernos extranjeros.

Desde FireEye han apuntado que este grupo opera en nombre del gobierno de Vietnam y que buscaban información sobre el coronavirus para aprender a combatirlo. Lo que no han podido averiguar es si lograron o no su propósito. Y, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Vietnam, han negado totalmente la vinculación de su gobierno con estos ataques.

En estos meses, las noticias que se compartían de Vietnam, tanto en los medios como en las redes sociales, eran bastante dispares. Máquinas que distribuían gratis arroz para los ciudadanos más pobres; hamburguesas con forma de coronavirus en Hanói para combatir el miedo a la pandemia; una coreografía pegadiza y viral que te enseña cómo lavarte bien las manos; solidaridad de un país en vías de desarrollo que envía 550.000 mascarillas a Europa, entre ellas 110.000 a España…

Cierre de fronteras inmediato

Pero lo cierto es que Vietnam ha sido de los pocos países que se anticipó al coronavirus. El 1 de febrero ya había cerrado sus fronteras. A diferencia de otras naciones más ricas (y libres) que han servido de ejemplo estos días (Corea del Sur, TaiwanNueva Zelanda), este país de 95 millones de habitantes cuenta con una deficiente infraestructura sanitaria y con ocho médicos por cada 100.000 habitantes. Aún así, y a pesar de compartir una frontera de más de 1.100 kilómetros con China, por ahora solo han tenido 268 personas contagiadas y no se han registrado muertos.

Como otros muchos países, en Vietnam se aplicaron las medidas de confinamiento. Las escuelas y universidades cerraron. Desde febrero, cualquier ciudadano que entrara en el país debía pasar una cuarentena de 14 días. También, a falta de tecnología y aplicaciones para hacer el seguimiento de la pandemia, los militares del Partido Comunista se encargaron de rastrear y aislar a todas las personas que habían estado en contacto con los infectados. Aunque por su carencia de test no han podido hacer la prueba de coronavirus a más de 180.000 personas. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han elogiado varias veces la rapidez con la que actuó Vietnam para que no se propagara el virus.

Tras una semana sin reportar ningún nuevo caso, ayer el gobierno del primer ministro Nguyen Xuan Phuc ordenó que se eliminaran las restrictivas medidas en las ciudades de Hanói y Ho Chi Minh. Además, otras 59 provincias han sido etiquetadas como de bajo riesgo, lo que significa que muchas empresas y comercios, hasta ahora cerrados, ya pueden volver a abrir sus puertas.

El Mundo