La cantidad que le podría corresponder a España apenas cubriría seis semanas.
Los Estados miembros terminaron este viernes de pulir los flecos de SURE, el nuevo mecanismo de la UE de respuesta al COVID-19, para apoyar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y sus primos hermanos en otros socios comunitarios. Y a España no le ha costado ponerse la primera en la fila de las solitudes. La ministra de Economía, Nadia Calviño, indicó que será una de las vías de financiación de los ERTE.
En una videoconferencia con corresponsales comunitarios antes de que arrancara el Eurogrupo, Calviño recordó que “desde un primer momento hemos apoyado muy decididamente este instrumento”, dado que se adapta a la flexibilidad de los ERTE españoles. Por eso, una vez esté operativo, “nuestra intención sería utilizar este instrumento como una de las vías de financiación”.
La ministra no cree que el nuevo instrumento comunitario cargue con el estigma asociado a la ayuda exterior, como sí se vincula al Mecanismo Europeo de Estabilidad, la fuente de los rescates durante la pasada crisis del euro. “No me puedo imaginar que haya alguien que no considere positivo para nuestro país que podamos utilizar un instrumento que se orienta específicamente a financiar estos ERTE”, insistió.
No obstante, Calviño también empezó a modificar su posición respecto a la petición de ayuda al MEDE. Si hasta ahora señalaba que España continuaría financiándose en los mercados, respondió que lo estudiarán teniendo en cuenta “el interés general” de los españoles y, en concreto, si supondría un ahorro en costes en comparación con la financiación en los mercados.
SURE ofrece hasta 100.000 millones de euros en créditos blandos para apoyar los esquemas temporales de desempleo nacionales frente al coronavirus. Los detalles de los créditos serán negociados bilateralmente entre los Gobiernos y la Comisión. Aunque no hay un porcentaje asignado para cada país, los tres Estados miembros que más fondos reciban no podrán superar el 60% del total, es decir, unos 60.000 millones de euros. Italia y Francia tienen papeletas para ser los otros dos países que más fondos reciban, por estar también entre los más afectados por la pandemia y encontrarse sus economías en un estado más delicado.
En el hipotético caso de que estos tres países se repartieran ese 60% del total a partes iguales, a España no le tocarían más de unos 20.000 millones de euros. Una cantidad que apenas serviría para cubrir un mes y medio del coste de los ERTE en nuestro país.
Aporte de 25.000 millones
Según las cifras que envió el Gobierno a Bruselas, España se gastó en las primeras seis semanas de la crisis del coronavirus 17.894 millones de euros en ellos. Para que el dinero esté operativo, los Estados miembros tendrán que aportar ahora 25.000 millones de euros garantías, según su Renta Nacional Bruta. Con esas garantías, la Comisión acudirá a los mercados y reunirá los 100.000 millones. Desde la Comisión explican que se puede realizar en cuestión de días una vez estén listas las garantías.
El mecanismo SURE responde a “Apoyo temporal para mitigar los riesgos del desempleo en una emergencia”. Fue propuesto por la Comisión a principios de abril. Para algunos, como el Gobierno español y otras voces en el Ejecutivo comunitario, es visto como el primer paso hacia el seguro de desempleo europeo por el que llevan tiempo peleando para reforzar la eurozona con un colchón fiscal.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, fue uno de los que más celebró la “gran noticia” del acuerdo por parte de los embajadores de los Estados miembros, con el que SURE quedó casi listo. España ha sido estas semanas uno de los socios que más alzó la voz para que estuviera listo para el 1 de junio.
El nuevo instrumento estará disponible hasta el 31 de diciembre de 2022, aunque los Estados miembros podrían alargar su vigencia.
SURE forma parte de la triple red de seguridad de unos 540 millones de euros que acordaron las instituciones comunitarias y los Estados miembros para amortiguar el impacto del COVID-19. Junto a sus 100.000 millones de euros para el desempleo, la UE también facilitó liquidez a los Estados miembros a través del MEDE (unos 240.000 millones) y a las empresas a través del Banco Europeo de Inversiones (unos 100.000 millones).