El BCE reconoce que en marzo hubo problemas de liquidez en los fondos monetarios

Euro crisis deuda basura

Los fondos monetarios sufrieron salidas del 8% de su capital en una semana. Pidieron ayuda a la banca para poder vender bonos y pagar a los inversores. El BCE cree que sus estímulos fueron clave para parar la sangría.

Los momentos más tensos en la crisis del coronavirus terminaron salpicando a los mercados financieros, generando problemas de liquidez en los fondos monetarios durante varios días. El Banco Central Europeo ha dado algunos detalles de lo que ocurrió y señala que la confianza se recuperó tras sus estímulos.

Durante la semana que transcurrió entre los días 13 y 20 de marzo los fondos que invierten en la renta fija de más corto plazo, los fondos monetarios, pasaron un mal trago que pudo haber sido peor si no se hubiese recuperado rápidamente la confianza.

El BCE ha publicado este lunes un análisis en el que señala cómo en los momentos más complicados de la crisis hasta la fecha, en los que Europa empezó a tomar las medidas más contundentes contra el virus, se destaparon  “riesgos potenciales para los mercados financieros globales” que tienen su origen en el mercado monetario.

“A medida que la crisis fue profundizando, los fondos monetarios de la zona euro sufrieron salidas de capital de casi el 8% de sus activos bajo gestión entre los días 13 y 20 de marzo”, explica el organismo, achacando a estas ventas “la creciente necesidad de caja por parte de los inversores, la dificultad de monetizar los activos además de una huida hacia los activos más seguros”, como las principales causas.

“Los fondos monetarios sufrieron salidas de capital del 8% de sus activos entre los días 13 y 20 de marzo”

El BCE explica cómo algunos de estos fondos monetarios “tuvieron dificultades para conseguir los fondos suficientes” para poder pagar a los inversores que estaban vendiendo, ya que les estaba siendo difícil vender los bonos en el mercado, por falta de compradores.

Como no encontraban liquidez, estos fondos terminaron “solicitando a los bancos emisores de estos títulos que los recomprasen”, para así evitar una crisis mayor. Según explica el BCE algunos lo hicieron, pero otros hicieron “ofertas agresivas para intentar desincentivar a los fondos para esta venta”, mientras que otros decidieron, sencillamente no comprar, ya que “no existía contrato que les forzase a ello”.

El BCE reconoce que durante días las emisiones de deuda de este tipo (papel comercial o pagarés, deuda a muy corto plazo) llegaron incluso a paralizarse casi por completo en la eurozona por la falta de compradores.

El apoyo del BCE

Esta situación, ha puesto de manifiesto el peligro de iliquidez que ha existido en los fondos de más corto plazo, que podría haber sido peor si no hubiese actuado el BCE.

“Nuestras acciones ayudaron a mejorar las condiciones del mercado deforma general, aliviando de esta forma los problemas de liquidez en los fondos monetarios”, indica el BCE, añadiendo cómo “la inclusión de papel comercial en el programa de compras de deuda y las operaciones de liquidez en dólares fueron un mecanismo importante” para frenar las ventas.

También indican que su decisión de rebajar las exigencias a los bancos para pedir crédito al BCE fue importante para asegurar que el mercado continuarse funcionando con la liquidez suficiente.

El Economista